La Catedral de Notre Dame de París tuvo que ser evacuada ayer después de que un hombre colocara una carta en el altar, sacara una pistola y se disparara en la cabeza.
Aproximadamente mil 500 visitantes fueron desalojados poco después de las 16:00 horas locales cuando el hombre caminó hasta el altar y sin decir palabra se disparó en la cabeza con un arma de fuego.
Monseñor Patrick Jacquin, rector de la catedral de 850 años de antigüedad, dijo a The Associated Press que es el primer suicidio en décadas en el célebre recinto.
“Fue un suceso desafortunado, dramático, estremecedor”, afirmó Jacquin.
Agentes de policía, el fiscal de París y empleados eclesiásticos se reunieron dentro de la catedral, mientras turistas perplejos se aglomeraban en el exterior del lugar erigido en el siglo 12 en una isla del río Sena.
Según las primeras investigaciones, el hombre fue identificado como Dominique Venner, ensayista conservador y exmiembro de la desaparecida Organización del Ejército Secreto (OAS, por sus siglas en francés), grupo radical de militares franceses de extrema derecha.
Aunque el contenido de la carta no ha sido revelado, se cree que la muerte tiene que ver con la reciente promulgación de la ley del matrimonio homosexual contra la que Venner luchaba, y con la “islamización” de Francia.
La muerte ocurre menos de una semana después de otro suicidio fuera de lo común que tuvo lugar en el centro de París, donde un hombre se mató de un disparo frente a una decena de niños alumnos de una escuela católica privada en la capital francesa.
Un ‘gesto político’
Medios como Le Monde y El País afirmaron que se trataba del veterano historiador y activista de extrema derecha francesa, Dominique Venner de 78 años quien en su último artículo publicado en su blog advirtió contra el riesgo de que Francia caiga en poder de los islamistas.
También escribió que la lucha (contra las uniones homosexuales) no se limita a la negación del matrimonio, y destacó que “sin duda, se requerirá de gestos nuevos, espectaculares y simbólicos para sacudir la somnolencia y despertar el recuerdo de nuestros orígenes”.
Por su parte, Marine Le Pen, líder del partido político francés de derecha Frente Nacional, calificó la muerte de Venner en su cuenta de Twitter como un “gesto eminentemente político”.
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