El teléfono de Manisha Mohan no ha parado de sonar desde que, a falta de medidas contra la violencia de género en India, diseñó un sostén junto con dos compañeros contra posibles abusos sexuales. Manisha, Niladhri Basu Bal y Rimpi Tripathi, estudiantes de la Universidad Sri Ramaswamy Memorial University, en la ciudad india de Chennai, sentían la necesidad de hacer algo en un país en donde las mujeres parecían haberse acostumbrado a convivir con la violencia. Sus escasos 20 años no fueron un impedimento para crear el sostén que los hizo meritorios del premio anual de Innovación Tecnológica Juventud Gandhiana. “Cuando se hizo pública la violación en grupo de la estudiante de 23 años en diciembre pasado, supimos que ya era hora de ofrecerle a las mujeres una alternativa para el cambio”, le cuenta Manisha a BBC Mundo, refiriéndose al incidente en Nueva Delhi que sacudió al país entero. “Ese fue el detonante, pero sobre todo nos motivó la sensación de que hacía falta una respuesta concreta por parte de los legisladores y de las mismas mujeres frente a este gran problema social”. Descargas eléctricas para agresores El sujetador, de nombre SHE (Society Harnessing Equipment), funciona emitiendo una descarga eléctrica de 3,800 kV que puede ser enviada 82 veces a posibles atacantes. El sistema se encuentra en la parte superior del sostén y la descarga se genera en el momento en que el agresor activa los sensores de presión a través del tacto. “Decidimos ubicarlo de esta manera después de que algunos sondeos indicaran que los acosadores tienden a tocar el busto antes de cualquier otra parte del cuerpo”, explica Manisha. Algunos han mostrado preocupación por la posibilidad de que la descarga termine por afectar a quien porta el sostén. “No hay un ningún riesgo para la mujer, el sujetador está forrado de un polímero especial para proteger a quien lo usa”, aclara la creadora. Además, explica que la prenda viene con un botón que permite encenderlo y apagarlo en caso de querer diferenciar entre un contacto sexual voluntario y uno involuntario. Mensajes de auxilio La protección que ofrece el brassiere SHE no termina ahí. Cuando se activa el sensor, el sostén le envía una alerta a la policía y a los familiares de la víctima utilizando los sistemas GPS y GSM, gracias a un localizador integrado en la prenda. “De esta manera todas las mujeres podremos caminar solas y sentirnos seguras, como debe ser”, dice Manisha. Bajar el costo de la prenda es uno de los retos a los que se enfrentan los tres estudiantes, pero según Manisha, la intención es convertirlo en un sostén “accesible a todas las mujeres, sin importar las clases sociales”. Las niñas y jóvenes más pequeñas también son motivo de preocupación para los creadores. Casos como el de la niña de cinco años que fue violada de forma brutal la semana pasada en Nueva Delhi resultando en múltiples protestas, son comunes en el país. Por ello, los jóvenes creadores están pensando en adaptar la prenda a las pequeñas que aun no usan sostén. “En nuestro país, solo el 5% de las violaciones son reportadas. A muchos les atemoriza lo que piense la sociedad, por lo que se necesita tomar medidas alternativas, además del denuncio”, dice Manisha. Hasta ahora el proyecto ha sido financiado por ellos mismos, pero están en proceso de ofrecérselo a algunos inversionistas que han mostrado interés. Los creadores también esperan recibir algún tipo de subsidio por parte del gobierno indio. “En el momento el producto no está a la venta pero no descansaré hasta que pueda llegarles a todas las mujeres que viven con miedo”, afirma la estudiante.
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