En unos meses, la Primavera Árabe derrocó a los regímenes que estuvieron en el poder durante décadas. Luego de esto, los jóvenes de la región esperaban más oportunidades. Sin embargo, en las calles de El Cairo, la ciudad más poblada de la región, sólo hay desesperación.
“Antes de la revolución, no pensaba en dejar Egipto. Es mi país y tengo que quedarme. Pero no puedo ver nada bueno”, dice una joven egipcia graduada universitaria que ha encontrado diversos obstáculos para encontrar empleo.
El caso de esta joven, que ha pedido mantenerse en el anonimato, no es el único. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calculó que el desempleo entre los jóvenes fue del 28.3% en 2012 y señala que la tendencia no cambiará en los próximos cinco años. A pesar de la recuperación económica a nivel mundial, la OIT calcula que el desempleo aumentará al 30% para 2018. Medio Oriente y el norte de África son las regiones que presentan la peor tasa mundial de desempleo juvenil.
Las letales protestas en el palacio presidencial de El Cairo a finales de 2012, la toma del Ministerio del Exterior en Trípoli a manos de quienes querían prohibir que los miembros del régimen de Gadafi trabajaran en el gobierno y el asesinato de un líder de oposición en Túnez son muestra de que la época posterior a la Primavera Árabe está repleta de profundos baches.
Mohamed el Baradei, líder de la oposición egipcia y ganador del premio Nobel de la Paz en 2005, dijo que la inestabilidad de este ambiente posterior a la Primavera Árabe está ahuyentando a los inversionistas. “Necesitamos restablecer la ley y el orden, y necesitamos estimular la economía, necesitamos asegurarnos de que el pueblo sea parte de una sociedad homogénea y no tenemos nada de eso en este momento”, dijo.
A pesar de las prolongadas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para obtener un préstamo por 5,000 millones de dólares, uno de los principales desarrolladores de centros comerciales de la región, Majid al Futtaim, de Dubai, ha parado el desarrollo del Centro Comercial de Egipto, así como el trato para establecer una cadena de supermercados.
El director ejecutivo del grupo, Iyad Malas, dice que los jóvenes de la región están pagando un alto precio por el inmovilismo de los últimos años. “Ha habido un desempleo crónico en esta parte del mundo a causa de las reformas a destiempo. Sin embargo, lo que ha ocurrido a causa de estas reformas atrasadas es que cada vez entran más personas al mercado laboral y por lo tanto habrá tasas más elevadas de jóvenes desempleados”, dijo.
En el Foro Económico Mundial, que se celebró la semana pasada en Jordania, fue evidente que se está buscando cómo impulsar las sociedades privadas y los microfinanciamientos para las pequeñas empresas. En el encuentro, se llamó a trazar un Plan de Estabilización Árabe para financiar grandes proyectos de infraestructura.
Otro de los factores que influyen en la falta de desarrollo de la región es la guerra siria. El conflicto ha generado una ola de refugiados, más de medio millón en Jordania, lo cual presiona aún más a una economía en la que el desempleo entre los jóvenes representa casi un 30%.
Medio Oriente sigue económicamente dividido. De un lado, los países ricos petroleros del Golfo, como Arabia Saudita, invierten miles de millones de dólares en la diversificación; por el otro están los países importadores como Egipto, Túnez y Jordania.
Durante su discurso, el rey Abdullah de Jordania dijo que se requiere una “doble acción” para resolver el problema de los jóvenes descontentos y del posible incremento de la cantidad de refugiados en su país.
El FMI emitió un reporte en el que señalaba que la situación era compleja y que presentaba riesgos. “Los riesgos surgen de la prolongada transición política que podría poner freno a las inversiones, poner freno a la recuperación porque el sector privado está esperando a ver cómo estabilizan las cosas”, dijo Masud Ahmed, director de Medio Oriente y Sur de Asia del Fondo.
El FMI está calculando que el crecimiento de la región será de poco más del 3%, lo que parece razonable si se le compara con los estándares mundiales. Sin embargo, los expertos dicen que es la mitad de lo que se requiere para generar oportunidades suficientes para quienes forman parte de este aumento de jóvenes sin precedentes.
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