Es aventurado asegurar que la ubicación de la ciclovía en un tramo de la avenida Carranza causó el cierre de 52 negocios, como dijo el expresidente de Nuestro Centro, Alberto Narváez Arochi, aseguró el arquitecto Claudio Aldrete López, experto en movilidad y seguridad vial.
Carlos Aldrete explicó que la avenida Carranza estuvo semicerrada por obras, luego pasaron dos años de la pandemia de Covid-19 y diversos factores que afectaron a la economía de los negocios.
Aseguró que existen diversos estudios que analizan las dinámicas económicas alrededor de los establecimientos comerciales ubicados cerca de ciclovías y que todos apuntan a un repunte en las ventas debido a que presentan mayor accesibilidad, aunque reconoció que algunos debido a su giro presentan pérdidas, pero ello ocurre en el menor de los casos.
Con respecto al diseño de la construcción de la ciclovía, admitió que presenta algunos errores, tales como que es muy angosta en algunos tramos, además de que no termina de conectar con polos generadores de tráfico, como podría ser la zona universitaria de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí o el Centro Histórico.
Sobre si sería necesario reubicarla al centro de la avenida, como algunos han propuesto, explicó que esto solo es útil en largos recorridos o carreteras, pero no en las zonas muy transitadas de las ciudades.
De ponerse al centro, dijo sería difícil para los ciclistas incorporarse a ellas, además de que provocaría conflictos con los automovilistas, como ya sucede cuando buscan cruzar la calle de un extremo a otro, atravesando dos carriles de tráfico.
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