El gran problema con el transporte público potosino no es ya la indolencia del gobierno, que no le importa la situación económica de los trabajadores ni sus conflictos de intereses cuando ayer fueron directivos de empresas y hoy son funcionarios, ni siquiera la voracidad del pulpo camionero, liderado por Margarito Terán, quienes se hacen ricos a costa de la ciudadanía; el problema se llama Urbano Menchaca, director del transporte colectivo, quien ha laborado en ese sitio por 25 años, al cobijo de uno u otro político que, ya en el poder, le permiten operar mientras les “apoye” con sus proyectos, y ahora el gobierno, con su “pragmatismo”, ha preferido devolver a la SCT, controlada por Menchaca y de la cual el secretario de transporte no es más que un adorno, la decisión de dañar la economía de los trabajadores con aumentos enormes, criticó el vocero de Ciudadanos Observando, José Guadalupe González.
“Tomó mucho tiempo que se dejaran de subir las tarifas a contentillo de estado y permisionarios, y aún con el Consejo del Transporte siempre encontraron el modo de controlarlo todo. Metieron a otros personajes que no estaban tan involucrados en el tema, incluso por ahí estuvo Eduardo Córdova, el representante legal de la Iglesia potosina y hoy prófugo acusado de pederastia, para que votaran a favor todas sus iniciativas, e incluso llegaron a cooptar a la Federación Universitaria y sus dirigentes, los que hasta esos años habían sido la principal oposición de los dueños de los camiones. Así, a pesar de la oposición del estudiantado potosino, con sus representantes recibiendo regalos, viajes, laptops, etcétera, año con año se aprobaba el alza”, recordó.
Advirtió que lo que pocos entienden o quieren entender es que el porcentaje de estudiantes que usan el transporte es menos de 20 por ciento, mientras el resto son trabajadores y amas de casa, quienes llegan a gastar hasta 40 por ciento de su ingreso, muchos con salario mínimo, solamente en transporte urbano, ya que otro detalle de las rutas es su mala planeación que obliga a la mayoría de los obreros de la zona industrial y empleados domésticos de zonas como Lomas a transbordar una o dos veces.
“Esta situación es también la causa de que sólo los estudiantes protesten, si acaso hay protestas. Los principales afectados que son los trabajadores no pueden dejar sus empleos para ir a manifestarse. Sus salarios ya son bajos como para arriesgarse a perder un día de salario o, peor aún, su puesto”, lamentó.
Plan de Movilidad, alterado
El plan de movilidad ya tiene un rezago y si no se aplica pronto perderá vigencia, porque en estos años la ciudad ha crecido a un ritmo veloz y ya no será la misma para 2016; a eso se agrega que el gobierno estatal no se está apegando a las necesidades de la sociedad, sino a las aspiraciones políticas de algunos, consultando y dando una preferencia ilegal a los permisionarios para sacar una rebanada enorme del pastel de los nuevos esquemas, como el eventual metrobus.
“En cualquier ciudad que busque ser eficiente y dar un mejor servicio se licitaría al mejor postor, el que más garantías tenga de cumplir y que mejor precio dé. Aquí, en lugar de eso, por presiones de Menchaca, se está dando preferencia a los permisionarios, quienes, aparte de estarse quejando de que están con pérdidas y aún así son millonarios, contaminarán los nuevos sistemas de transporte con su ineficiencia y corrupción”.
Fuente: Jornada