Uruguay produce corderos genéticamente modificados

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Un grupo de científicos uruguayos ha producido los primeros corderos genéticamente modificados de Sudamérica, lo que abre un camino de “muchas posibilidades” para la biomedicina y la cura de enfermedades, informaron hoy los responsables del proyecto.

Los animales, que entre otras cosas tienen la particularidad de que algunas partes de su cuerpo toman una tonalidad verde fosforescente al alumbrarlas con luz ultravioleta, son el resultado de un trabajo conjunto de técnicos del Instituto de Reproducción Animal de Uruguay (IRAU) y el Instituto Pasteur de Montevideo.

Fueron creados con una técnica “hasta ahora no disponible” en la región y representan un “importante avance” en el camino que vincula a la ciencia con la tecnología para aplicar en el futuro en la medicina, destacó el veterinario Alejo Menchaca, director del IRAU y coordinador del proyecto.

“Hay que dejar claro que no estamos generando fármacos para ayudar a curar enfermedades sino aportando y sumando en ese camino”, destacó.

Las tecnologías transgénicas en animales “tienen una diversidad de aplicaciones y beneficios” para distintas áreas, entre ellas la biomedicina al generar “nuevas posibilidades” para enfrentar algunas enfermedades, dijo.

Mediante esa tecnología es “posible” acceder al genresponsable de la producción de una proteína faltante en los humanos y causa de alguna enfermedad “como por ejemplo la insulina en el caso de los diabéticos”, ejemplificó.

Los científicos uruguayos lograron “aislar el gen e incorporarlo al genoma de un embrión de una oveja que al ser adulta produce la sustancia en la leche”.

Mas tarde esa leche “se purifica” para “elaborar” el mismo medicamento que hoy utilizan quienes padecen la enfermedad “pero a un coste mucho menor”, agregó.

Para su experimento, los científicos utilizaron un gen proveniente de una medusa que es el responsable de la producción de una proteína de color verde fluorescente en dicha especie.

El hecho de que ese gen produzca esta proteína permite “identificarlo fácilmente cuando se encuentra presente en un animal”, destacó Menchaca.

Los científicos produjeron a su vez embriones de oveja en el laboratorio mediante la técnica de fertilización in vitro.

Luego de producidos los embriones ovinos se les inyectó el gen de interés y fueron colocados mediante endoscopía en el útero de ovejas receptoras.

Cinco meses de gestación permitieron el nacimiento de nueve corderos paridos de forma natural.

“Actualmente tienen seis meses, fueron criados por sus madres y están en perfectas condiciones”, agregó el especialista.

A simple vista los corderos no tiene ninguna particularidad “pero cuando se los enfrenta a una luz ultravioleta muestran la proteína verde en algunos tejidos” (hocico, ojos y patas), señaló el científico.

Esa particularidad “permite reconocer fácilmente” que la técnica “fue exitosa” y que el gen de interés se “encuentra en el ADN del ovino”, lo que además “fue confirmado por técnicas moleculares más complejas”, agregó Menchaca.

Descartó que la idea del IRAU o del Instituto Pasteur sea vender la tecnología sino “generar conocimiento, difundirla a nivel de canales científicos y tratar de colaborar en la cura de algunas enfermedades”.

“Lo que tenemos ahora es una herramienta en la búsqueda de que las futuras generaciones puedan vivir mejor”, afirmó el científico uruguayo.

Se estima que en Uruguay, un país agropecuario de apenas 3,3 millones de habitantes, hay más de 8,2 millones cabezas de ganado ovino y 11,2 millones de cabezas de ganado vacuno.

 

http://www.eluniversal.com.mx/articulos/77415.html

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