Introducían más de un kilo de coca en animales de razas grandes; la policía de Milán detuvo a 75 latinos, entre ellos mexicanos, quienes pertenecen a pandillas que sacrifican a los animales para después distribuir la droga en el norte de Italia
Con la aprehensión de 75 presuntos criminales, entre ellos algunos mexicanos, la policía de esta ciudad descubrió una red de tráfico de drogas que utiliza perros de razas grandes para enviar paquetes de cocaína pura desde México hacia al menos ocho urbes de Italia.
En entrevista, el procurador de Milán, Alberto Nobili, informó a Excélsior que han documentado hasta ahora 48 viajes de integrantes del grupo criminal Latin King Chicago, quienes han transportado desde México perros San Bernardo, gran danés, dogos de Burdeos, mastines napolitanos y labradores, en cuyas entrañas han encontrado hasta 1.25 kilogramos de la droga por cada animal. Los perros, dijo, eran sacrificados para sacarles los paquetes.
El funcionario italiano no reveló detalles sobre los mexicanos detenidos, debido a que las investigaciones están en curso.
Sin embargo, detalló que la investigación que empezó en abril del año pasado da cuenta de que, además del norte de Italia, la cocaína llega también a las ciudades de Bérgamo, Brescia, Lodi, Pavia, Piacenza, Novara y Varese, de la región Lombardía, y a la capital italiana.
Nobili dijo que todas las personas “están acusadas por tráfico internacional de estupefacientes, asociación delictiva y portación de armas”.
De México salen perros rellenos de cocaína
La policía de Milán detuvo a 75 latinos, entre ellos mexicanos, quienes pertenecen a pandillas que sacrifican a los animales para después distribuir la droga en el norte de Italia.
La policía de Milán detuvo a 75 personas provenientes de América Latina, acusadas por tráfico de estupefacientes, asociación delictuosa y portación de armas, quienes utilizaban perros de gran tamaño para esconder cocaína desde México. Al llegar a Italia, los animales son sacrificados para sacarles la droga.
En la investigación, que comenzó desde abril de 2012, se han documentado hasta 48 viajes de estas personas que pertenecen a la banda milanesa Latin King. A cada perro, que puede ser de raza San Bernardo, gran danés, dogo de Burdeos, mastín napolitano o labrador, le podían introducir hasta 1.25 kilos de cocaína de la más pura.
Alberto Nobili, el procurador de Milán, quien lleva a cabo la investigación, confirmó en entrevista con este diario que hay mexicanos involucrados, aunque no quiso dar más detalles, pues las investigaciones siguen en curso.
El viaje comenzaba en México, donde según los investigadores, las bandas se hacían ayudar de un veterinario, quien operaba antes de los viajes a los perros para introducirles paquetes de cocaína envueltos en celofán y papel carbón para que los diversos controles de rayos x no les detectaran la droga escondida en sus vísceras.
La investigación, encabezada por la Policía italiana y la Procuraduría de la República, en colaboración con el Tribunal para Menores de la ciudad de Milán, hizo posible detener a estas 75 personas que ya habían establecido redes sobre todo en el norte de Italia, siendo Milán la ciudad principal donde se distribuía la droga.
Sin embargo, la cocaína también se distribuía en las ciudades de Bérgamo, Brescia, Lodi, Pavia, Piacenza, Novara y Varese, de la región Lombardía y Roma, la capital italiana.
Alessandra Simone, dirigente del Comisariado de Mecenate, en Milán, confirmó la información de que las bandas latinas establecidas en esta ciudad como Latin King compraban la droga en México para traerla a Italia.
“Por primera vez tenemos los elementos para decir que existe un vínculo asociativo criminal al interior de las pandillas, donde su operación viene comparada con las de las organizaciones criminales más consolidadas con elementos típicos como la jerarquización, la lucha por el territorio a golpe de homicidios, y la dinámica de la repartición de los recursos económicos”, dijo Simone, quien señaló que además de Latin King, también estaban involucradas las bandas Neta, Luzbel y Trébol, que operan sobre todo en el norte de Italia.
Modus operandi
Perros de gran tamaño, todos de razas finas, fueron utilizados para ocultar los óvulos de droga, envueltos en celofán y papel carbón para volverlos invisibles a los rayos x.
“Primero envolvían la droga en celofán, después en el papel carbón, luego, de nuevo con celofán para terminar con cinta plastificada de color negro, lo que evita que los rayos x los detecten”, explicó Simone a Excélsior.
Los perros llegaban al aeropuerto de Milán y de ahí eran transportados a las distintas ciudades, como Pisa, en la región Toscana, que en abril de 2012, con la llegada de un perro con droga, una mujer involucrada con las bandas terminó confesando a los carabineros los hechos, luego de un pleito con su novio. El perro se salvó y las investigaciones continuaron.
Los agentes del comisariado de Mecenate continuaron por casi un año las investigaciones donde lograron filmar parte de las ceremonias y rituales que llevan a cabo las pandillas.
El procurador adjunto de Milán, Alberto Nobili, explicó que el fenómeno de las bandas sudamericanas ha crecido en los últimos años, donde casi siempre los protagonistas son ecuatorianos, peruanos, dominicanos que llevan ya mucho tiempo viviendo en esta parte del mundo.
“Mejor amigo” del narco
Mastín napolitano, San Bernardo y gran danés son las razas más utilizadas por las mafias para el tráfico de drogas México-Italia.
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/03/26/890845