El Radar
Por Jesús Aguilar – @jesusaguilarslp
Opciones cruzadas, simpatías tradicionales rotas, alianzas impensables, falta de liderazgos reales, una abrumadora y larguísima, aburridísima y agotadora campaña presidencial que marca la agenda nacional, la polarización burda, la falta de interés de muchos, la poca convocatoria sostenida, el miedo a perder apoyos, el miedo a perder libertad, la inconsistencia de la 4T, la impresentabilidad del Frente, la volatilidad fatua de MC, los intereses mixtos, las negociaciones expuestas, el cinismo desboradado, los otros datos, el dinero sucio, el dinero limpio, los jueces comprados, la resistencia interna, los tribunales crispados, los medios bajo amenaza, la expresión comprometida y muchas veces mal interpretada, los antiguos enemigos hoy conviviendo en el “rendimiento” electoral, las promesas que tienen caducidad, las reglas que no aplican, la ley a la medida, el rigor para los enemigos, el dispendio de márgenes para los aliados temporarales, las figuras impuestas, las figuras impositivas, las causas perdidas, las razones ganadas sin aceptación,
la pérdida de equilibrios, la simulada oposición, las convenientes silencios de los aliados forzados de la 4T, el no pasa nada, cuando está pasando todo.
Así de complejo, así de volátil, así de inconcebible hace algunos años, así el largo camino, la tremenda ruta multifactorial al 2 de junio de 2024.
La gran pregunta es para los que no tenemos un sesgo abierto, que no militamos, que no odiamos y que podemos pensar que hay mucha más vida, mucho más país y mucho más tiempo que este lapsus, lleno de enconos y de indecisión, por eso la pregunta es práctica: Y a todo esto ¿Por quién diablos vas a votar?
Muchos allegados y otros no, me han contestado en un taxi, a bordo de un Uber, en la frutería o en una mesa de amigos que solo saben si van a favor o en contra de la 4T, pero que impere la prudencia, no enloquezcamos antes de tiempo; pocos saben cómo están pasando las cosas y el resultado de la larga y profunda polarización es un nuevo caldo de cultivo para un país confrontado, pero la ausencia de López Obrador desde el próximo 1 de octubre pesará para bien y para mal de los bandos que se han formado, por más que avance Xóchitl, o por más sólida que parezca Claudia, será definitiva porque es el aglutinador del odio o del amor que ha marcado la agenda pública en los últimos años.
Las preguntas pertinentes que por ahora que complementan la reflexión son 4.
- ¿Tendremos ánimo, tiempo y paciencia para escuchar y atender campañas y mensajes, compromisos y promesas de todos los demás candidatos que se van a presentar 1 voto para Presidencia de México, 1 voto por fórmula al Senado, 1 voto para diputado federal, 1 voto para diputado local y 1 voto para tu presidencia municipal…?
- ¿Podremos hacer a conciencia un análisis que pueda generar con claridad lo que se tiene que hacer a través de nuestro voto para evitar que el país se siga derrumbando a través de la desaparición o erosión de contrapesos y la erradicación de las instituciones?
- ¿Estaremos listos para entender que la elección federal no es la local, y que también las balanzas y las decisiones tendrán que ir en un sentido distinto, podremos reclamar después a quienes eligamos de manera contundente?
- ¿Estaremos listos para exigir parejo a los 3 niveles de gobierno que sean electos el próximo 2 de junio para que a pesar de su color y postura en el Congreso local y en el Federal y en sus responsabilidades ejecutivas dejen de mentir y poner pretextos para entrarle a las grandes complicaciones que subsisten para todos?