Vecinos del barrio de San Miguelito denunciaron que una constructora se conectó ilegalmente al suministro de energía eléctrica de las viviendas cercanas para alimentar sus herramientas de trabajo, como mezcladores, cortadores de piedra y lámparas. Además, reportaron que la constructora también extrajo agua potable de la red domiciliaria para utilizarla en sus obras.
Los residentes afectados señalaron que este uso indebido de energía ya se ha reflejado en el incremento de los recibos de luz, con montos que van desde los 700 hasta los 1,500 pesos, casi triplicando los consumos habituales. Además, en algunas temporadas, los vecinos se quedaron sin electricidad ni agua potable hasta la llegada de las primeras lluvias fuertes, lo que complicó aún más la situación.
Los afectados han recopilado pruebas a lo largo de varios meses, incluidas publicaciones en redes sociales y evidencias de cómo las mangueras y cables de las viviendas se usaron para alimentar los trabajos de la constructora.
