En algunas colonias de la capital, los vecinos están preocupados por el esparcimiento de basura en las calles, provocado por la estrategia de sacar las bolsas de desechos domésticos horas antes del paso del camión recolector. Esta situación genera focos de contaminación, ya que los recolectores de materiales reciclables y los perros callejeros dispersan la basura, dejando montones de desechos expuestos a la intemperie.
Un ejemplo de esta problemática se observa en la calle Zacatecas, al norte de la capital y paralela a Pedro Moreno, donde los montones de basura permanecen varias horas antes de ser recogidos. Los recolectores, en su afán de encontrar materiales reciclables, abren varias bolsas pero no las vuelven a cerrar, contribuyendo al esparcimiento de los desechos. Además, los perros callejeros también buscan restos de comida entre la basura, empeorando la situación.
Los residentes recuerdan que, años atrás, la estrategia era diferente: el camión recolector anunciaba su paso con una campana, y los vecinos salían con sus bolsas y botes para depositar la basura en el contenedor del vehículo o entregarla a los empleados de limpieza. Esta práctica evitaba la diseminación de basura en las calles y contribuía a mantener un entorno urbano limpio.
La dispersión de basura en las calles puede causar obstrucciones en las alcantarillas y provocar fugas de aguas residuales hacia la vía pública, lo que representa un riesgo para la salud pública y el medio ambiente. Por ello, es importante implementar medidas que promuevan una adecuada disposición de la basura por parte de los residentes y una recolección más eficiente por parte del servicio de limpieza urbana.