Tal y como estaba planeado, vecinos y comerciantes del Centro Histórico encendieron de manera simultánea las alarmas de todos sus locales comerciales por un minuto, para iniciar la protesta diaria por la inseguridad que no cesa.
Las alarmas simultáneas tomaron por sorpresa a vecinos de todas las calles, y algunos entraron en pánico o confusión. Comerciantes, clientes, visitantes y gente de paso, también fueron tomados por sorpresa porque usualmente, en diversos países suenan en caso de guerra o cualquier otra situación de alerta.
Las alarmas sonaron en negocios de las avenidas Universidad, Agustín de Iturbide y Melchor Ocampo, zonas muy castigadas por la delincuencia.
Los vecinos han protestado de diversas maneras y en distintas ocasiones, por la proliferación de ladrones y la presunción de que son los propios cuerpos policiales los que los protegen.
Los vecinos acordaron en la víspera activar las alarmas de todas sus viviendas, restaurantes, tiendas de servicios, loncherías y otras clases de negocios y prestadores de servicios.
La idea, explican, era producir la mayor cantidad posible de ruido para llamar la atención de las autoridades que en reuniones previas con ellos, han prometido operativos específicos.
También comerciantes y vecinos de las calles Bolívar y Reforma se sumaron a la activación de las alarmas a las 11 del día.
Advierten que las autoridades nunca desactivaron las bandas de ladrones, sino nada más los contuvieron.
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