Venus, el enigma planetario: de ser un mundo acuoso a un desierto cósmico

Un estudio revela cómo el segundo planeta del Sistema Solar perdió grandes cantidades de agua.

Venus, el misterioso segundo mundo que orbita alrededor del Sol entre Mercurio y la Tierra, ha desconcertado a los astrónomos con su transformación de ser un mundo abundantemente húmedo a convertirse en un desierto cósmico.

A diferencia de la Tierra, Venus ha sido objeto de fascinación debido a sus características únicas y a un cambio astronómico que ha dejado perplejos incluso a los expertos. Según un estudio publicado en la revista Nature por un equipo de investigadores de la Universidad de Colorado en Estados Unidos, Venus perdió grandes cantidades de agua debido a un proceso llamado “recombinación disociativa”.

Este proceso, descubierto gracias a simulaciones por ordenador, explica cómo los átomos de hidrógeno en la atmósfera de Venus son expulsados hacia el espacio, causando que pierda aproximadamente el doble de agua al día en comparación con estimaciones anteriores.

El descubrimiento arroja luz sobre el enigma de Venus, un planeta que comparte similitudes con la Tierra en tamaño, masa y densidad, pero que ha experimentado una transformación radical en su composición. “Estamos tratando de averiguar qué pequeños cambios se produjeron en cada planeta para llevarlos a estos estados tan diferentes”, comentó Eryn Cangi, investigadora del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial (LASP).

Este hallazgo muestra que, a pesar de las apariencias, Venus es un mundo parcialmente seco en comparación con la Tierra. La constante búsqueda de respuestas sobre la evolución y los secretos del universo nos lleva a desentrañar los misterios detrás de los cambios cósmicos que han dado forma a los planetas que conocemos.

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