Javier Zambrano denunció públicamente haber sido víctima de una golpiza por parte de elementos de seguridad del bar Toxic, ubicado en la calle Iturbide del Centro Histórico de San Luis Potosí. Los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado sábado y ya fueron denunciados ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Según su testimonio, llegó al establecimiento alrededor de la 1:00 a.m. para encontrarse con una amiga. Poco antes de las 4:30 a.m., fue al baño del segundo piso, donde —según relata— fue interceptado por dos guardias que lo acusaron falsamente de orinar en un pasillo.
“Me estrangularon en el baño. Tengo marcas en el cuello, un esguince cervical, moretones y raspones. Después me sacaron del lugar a la fuerza”, relató.
Al reclamar por el uso excesivo de la fuerza y pedir los nombres de los responsables, uno de los guardias volvió a golpearlo brutalmente, causándole fracturas dentales y un hematoma en la cabeza. Además, una tercera persona —presuntamente ajena al establecimiento— lo insultó con expresiones homofóbicas y le fracturó una costilla con una patada.
Zambrano señaló que, pese a pedir ayuda, nadie intervino. Llamó al 911, pero los policías creyeron la versión de los guardias y no lo auxiliaron. Su amiga fue quien lo trasladó más tarde a urgencias, donde recibió atención por lesiones faciales, dentales y fracturas.
Ya interpuso una denuncia penal por lesiones graves, además de una queja ante la CEDH por posibles delitos de odio. Expresó también que un supuesto dueño del bar se ofreció a pagar los gastos médicos, pero dejó de responder tras conocer el monto y le pidió eliminar su denuncia pública en redes sociales.
Aseguró que ha recibido mensajes de otras personas que también reportan haber sido agredidas en el mismo bar, y responsabilizó directamente a los dueños del establecimiento por cualquier riesgo a su integridad.
Finalmente, hizo un llamado al gobernador Ricardo Gallardo para que intervenga y solicitó la clausura del establecimiento.
