Víctimas de abuso sexual exigen que el próximo Papa tenga mano firme contra agresores

Grupos de sobrevivientes de abuso sexual dentro de la Iglesia católica están pidiendo que el nuevo Papa, que será elegido próximamente, tenga una postura firme y sin tolerancia hacia los abusadores, y que no encubra a cardenales con antecedentes problemáticos.

Organizaciones como SNAP y End Clergy Abuse (ECA), ambas formadas por víctimas de agresiones sexuales por parte de sacerdotes, hicieron un llamado directo a los cardenales que se encuentran reunidos en el Vaticano para preparar el cónclave del próximo 7 de mayo. En una carta abierta, exigieron que se elija a un pontífice comprometido con una política de tolerancia cero en todo el mundo.

Estas organizaciones también lanzaron una base de datos en línea que señala a cardenales con historial de encubrimiento o mal manejo de denuncias, como una manera de generar presión y evitar que sean considerados como futuros líderes de la Iglesia.

El pedido de justicia llega en medio de la polémica presencia del cardenal peruano Juan Luis Cipriani Thorne, quien, a pesar de estar sancionado por el Vaticano por presunto abuso sexual, ha sido visto asistiendo a reuniones en Roma. Aunque no participará en el cónclave por tener más de 80 años, su aparición ha causado indignación entre víctimas y defensores.

Cipriani fue sancionado en enero y se le impusieron restricciones, como abandonar Perú y limitar su actividad pública. Sin embargo, el Vaticano ha permitido algunas excepciones. El cardenal ha negado las acusaciones y asegura que son falsas.

Los sobrevivientes insisten en que el problema del abuso no es cosa del pasado, y que aún hay muchas víctimas, especialmente en países del sur global, donde las denuncias suelen ser ignoradas o mal tratadas.

SNAP también señaló que su sitio “Conclave Watch” ha recibido información nueva de víctimas en lugares como Fiyi, Francia, Sudáfrica y México. El objetivo es evidenciar si los posibles candidatos a Papa tienen un historial limpio y si apoyan una política mundial de expulsión inmediata de sacerdotes que cometan abusos.

“Las víctimas no quieren otro Papa que proteja a los agresores”, advirtió Sarah Pearson, vocera de SNAP, quien pidió que este momento sea una oportunidad real para que la Iglesia haga justicia y muestre compromiso con las víctimas.

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