La fuga del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, de una cárcel de máxima seguridad este sábado, se dio gracias a una red de corrupción, coincidieron expertos.
Los especialistas consultados por CNNMéxico urgieron al gobierno a atacar el problema de funcionarios que operan para la delincuencia con impunidad, y de la ineficiencia en el sistema de seguridad y procuración de justicia.
Destacan que como evidencia del caso, es que el narcotraficante, reaprehendido en febrero de 2014, se fugó por primera ocasión en 2001, por lo que esto afecta la imagen del gobierno y del país entero.
María Elena Morera, presidenta de la organización Causa en Común, considera que la segunda fuga de El Chapo es una “muy mala noticia para México”.
“Los ciudadanos estamos enojados porque hay un problema de impunidad relacionado directamente a la corrupción, y las autoridades no han tomado las medidas necesarias (…) Nos pone al desnudo y ante el mundo”, opina la activista.
El director del Observatorio Nacional Ciudadano por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, Francisco Rivas, califica la evasión del líder criminal como “un evento extremadamente desafortunado”.
“Pone en evidencia que tenemos un grave problema en nuestras instituciones, que siguen estando invadidas por redes de corrupción que no se han podido combatir”, afirma el experto, quien agrega que esta situación también se extiende al Poder Judicial.
Ana María Salazar, especialista en temas de seguridad nacional, comenta a CNN en Español que para que un delincuente de la relevancia de Guzmán pudiera huir de un penal de máxima seguridad se debió haber corrompido a toda una red de servidores públicos.
“¿Cuánta gente tendrían que haber sobornado para que esto pudiera suceder? No sabemos, y luego tendrían que sobornar a la gente que estaba supervisando a los que están supervisando a los custodios… Esto es de una magnitud, negligencia, inimaginable. Sobornaron a cientos de personas”, menciona.
Isabel Miranda de Wallace, activista y presidenta de la asociación Alto al secuestro, enfatiza que en este hecho “tuvo que haber sido con complicidad de alguien muy elevado de la autoridad”, debido a las medidas de seguridad en este tipo de cárceles.
La activista abundó que la corrupción no solamente se entiende por dinero, sino también por ineptitud, falta de prevención e inteligencia.
“Esto es un fracaso tremendo no nada más para el gobierno sino para todos los mexicanos, que este hombre (El Chapo) se siga burlando y haciendo de las suyas. Eso nos debe llevar no nada más a la indignación, sino a pedir cuentas, destituciones y responsabilidades”, enfatiza.
Un ‘golpe muy duro’ para Peña Nieto
Jorge Chabat, profesor-investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), considera que se trata de un “golpe muy duro, uno de los peores acontecimientos para un gobierno que ya tenía problemas de credibilidad”.
“Ya era un gobierno que, en el argot político, se le llama un ‘pato cojo’. Pues después de esto, está más que cojo (…) A ningún gobierno serio le ocurren estas cosas”, asegura.
El especialista menciona que, “si no fuera tan trágico, sería motivo de broma” la segunda fuga de uno de los delincuentes más buscados del mundo.
“Hubiera sido mejor para Peña Nieto que nunca lo hubiera atrapado (a El Chapo) (…) Es la típica broma del Día de los Inocentes”, comenta Chabat.
La activista María Elena Morera plantea aprovechar esta crisis para replantear la manera en la que México aborda el problema de las drogas.
“El presidente tendría que tomar decisiones políticas para atender el escándalo, pero nos debería de servir como una llamada de atención para generar los cambios estructurales que se necesitan en el sistema de seguridad y justicia, pero también para repensar si realmente lo que queremos en México es seguir con esta lucha contra el narcotráfico que llevamos años y no nos lleva más que a corrupción y muertes o generar una nueva estrategia de despenalización de drogas y prevención”, asevera.
Con información de: CNN