DulcineaStudios seleccionó a personas sanas de la calle. Las sentó junto a jóvenes con cáncer y sus familiares, y aunque podían escucharse, no podían verse.
“No podían verse entre ellos. Les planteamos las mismas preguntas: ¿qué les hace felices? Si pudieran pedir un deseo, ¿cuál sería?”, cuenta DulcineaStudios. “La diferencia en las respuestas no deja indiferente a ninguno”.
Encontraron que la diferencia de respuestas entre los jóvenes que están enfermos de los que no lo están, son abismales.
DulcineaStudios, en colaboración con la Asociación Española de Adolescentes y Adultos jóvenes con cáncer, lanzó este video en enero y se ha convertido en viral. Casi 6 millones de visitas en Youtube.
“No apreciamos la vida hasta que sentimos que la perdemos. Apreciad las pequeñas cosas, pues son grandes cuando nos faltan”, concluye este breve pero intenso experimento en colaboración con la Asociación de Adolescentes y Adultos Jóvenes con Cáncer de España.
Sin duda, vale la pena verlo. Y, por supuesto, vale la pena apreciar la vida.
Fuente: Sin Embargo
