Bueno, ni siquiera es samurái…
Sin embargo, pese a su nulo entrenamiento, este sujeto quiso demostrar que por el simple hecho de tener una espada samurái sabía utilizarla con cierta destreza…
Para ello pidió la ayuda de su simpático asistente a quien le pidió ponerse una salchichota en la boca, la cual procedería a rebanar… para ponerle más dificultad al asunto, todo esto realizado bajo el influjo de unas cuantas cervecitas
Ya pueden imaginar el resultado… pero mejor veánlo.
Con información de: Sopitas