La Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México logró la vinculación a proceso del sacerdote Francisco Javier Bautista, acusado del homicidio del estudiante Hugo Leonardo Avendaño.
Después de siete horas y media de la audiencia inicial y pese a que el abogado defensor argumentó que los videos y las fotografías de prueba no fueron claros, el religioso tendrá que permanecer detenido durante su proceso.
En el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, permanecen los casi 200 feligreses que acudieron para expresar su apoyo al sacerdote y realizar una jornada de oración.
Afirmó que tendrán tres meses para el cierre de la investigación complementaria y tendrán tres días para presentar una apelación y en su caso un amparo.
El abogado dijo confiar en el sistema de justicia mexicano, por lo que durante los siguientes tres meses realizarán las investigaciones pertinentes para presentar las pruebas necesarias, a fin de, según él, desvirtuar lo que pretende la fiscalía.
Afirmó que presentarán una queja ante la Comisión de Derechos Humanos capitalina y consideró que se trata de una investigación “desde mi punto de vista escueta, de tres días en los que se trató de hallar un culpable por la situación creo yo de incertidumbre e inseguridad que estamos viviendo en la ciudad”.
De acuerdo con el litigante, hace falta investigación y capacitación en la Fiscalía, pues lo único que tienen es un seguimiento de cámaras “y desde mi punto de vista eso no determina la probable comisión de un homicidio”.
“Defenderemos al padre porque lo consideramos inocente, él también se considera inocente y así lo defenderemos hasta las últimas consecuencias”, aseguró.
El abogado negó la presunción de la Fiscalía de que exista un cómplice en el crimen y afirmó que aún no se establece un móvil.
Aseguró que el caso de ha politizado por la necesidad de la PGJ de tener a un culpable, aunque afirmó que “sin líneas de investigación concretas que lleguen a una verdad previa”.
Afuera del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, los feligreses del sacerdote, un grupo de casi 200 personas, permanecieron en una jornada de oración las casi ocho horas que duró la diligencia.
Al recibir la noticia de la vinculación a proceso, los allegados al religioso lloraron y elevaron sus rosarios, aseguraron que mantendrán las oraciones y de ser necesario saldrán a la calle a exigir justicia.
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