Jacqueline Calderón, especialista en investigación biomédica básica en Toxicología Ambiental de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), advirtió sobre una preocupante relación entre las sustancias liberadas por ladrilleras en la zona norte de la ciudad y el crecimiento de casos de leucemia linfoblástica aguda (LLA), especialmente en niños.
Este hallazgo forma parte de un esfuerzo conjunto de diversas instituciones líderes, como el IMSS, Cinvestav unidad Tamaulipas, y la UASLP, que trabajan en la creación del Observatorio Nacional de Cancerígenos Ambientales. El estudio tenía como objetivo identificar las fuentes detrás del aumento de casos de LLA en menores de 19 años en varias zonas del país.
Los resultados revelaron la presencia de sustancias cancerígenas, como el benceno, hidrocarburos aromáticos policíclicos y el material particulado 2.5 (PM2.5), provenientes de diversas fuentes, destacando las ladrilleras. Estas, debido a su proceso de fabricación, emiten una mezcla de sustancias tóxicas, incluyendo residuos industriales, llantas y aceites.
Las gasolineras también fueron identificadas como importantes indicadores de emisiones de benceno. Los vehículos de gasolina y diésel, al ser generadores móviles de contaminantes cancerígenos, fueron señalados como otra fuente significativa.
Calderón subrayó la importancia de la normativa para controlar las emisiones de sustancias cancerígenas, especialmente el benceno. Estos descubrimientos están impulsando la creación del Observatorio Nacional de Cancerígenos Ambientales, que utiliza la inteligencia artificial y datos del sector salud para monitorear la salud y el medio ambiente.