Esta tarde, durante el funeral de la niña Camila, de 9 años de edad, quien fuera cobardemente violada y asesinada, se desató una impresionante movilización de vecinos y de la policía, quienes se dieron a la tarea de buscar al presunto homicida después de que algunos de los vecinos alertaron sobre la presencia en el lugar de dicho sujeto.
El féretro que contenía los restos mortales de la menor salían de su domicilio, donde fueron velados y eran trasladado a su última morada en el panteón de la comunidad, cuando entre la misma gente se escucharon algunas voces que aseguraban que en la zona se encontraba el criminal.
“Ahí este el tipo que mato Camila agárrenlo para quemarlo vivo”, se escuchaba en toda la zona, por lo que en ese momento todos los asistentes al sepelio se dispersaron y corrieron en distintas direcciones con la intención de detenerlo y lincharlo.
Después, cuando elementos de la policía municipal que brindaban seguridad y abrían paso en la calle para que pasara libremente el féretro que contenía los restos mortales de la niña y los asistentes, tuvieron conocimiento de que el presunto homicida estaba en el lugar y que la gente presuntamente lo correteaba de inmediato pidieron refuerzos y se unieron a la búsqueda, pues sabían que si los vecinos lo agarraban lo iban a linchar.
Minutos más tarde, todo fue en verdadero caos en toda la zona, pues los vecinos se congregaron en gran cantidad dentro de una unidad Habitacional, a donde el presunto homicida supuestamente se había metido para esconderse y con palos, tubos y piedras trataban entrar a uno de los domicilios para sacarlo y tomar la justicia en sus manos.
Enseguida, ante los disturbios que ya se estaban originando, pues la gente gritaba y aseguraba que no iba a entregar al presunto homicida porque su deseo era quemarlo vivo, más de 150 elementos de la policía municipal, encabezados por el Presidente Municipal, Francisco Tenorio Contreras, arribaron al lugar, primeramente para tranquilizar a los vecinos y luego para entrar de manera ordenada, con autorización de los propietarios a varias de las casas, en busca del presunto responsable del asesinato de Camila.
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Cuando elementos de la policía buscaban al presunto homicida en todas las casas y las azoteas y en un área de 600 metros cuadrados a la redonda, al mismo lugar arribaron elementos de la SSEM, de la policía federal y del Ejercito para unirse a los trabajos de búsqueda y sitiar toda la zona, a fin de evitar que el asesino de la menor escapara.
Sin embargo, a pesar del impresionante operativo que se implementó en toda la zona y que duró casi dos horas, se determinó que todo fue una falsa alarma, pues el presunto homicida no fue encontrado por ningún lado.
SEPELIO
Mientras que la policía y varios de los vecinos buscaban infructuosamente en toda la zona al presunto homicida de Camila, familiares, amigos, vecinos y conocidos de la menor siguieron con su marcha y la acompañaron a lo que sería su última morada en el panteón de su comunidad.
Ahí, en medio de las lágrimas, la indignación y de la consternación total de sus familiares, principalmente sus padres que exigían justicia, la menor bajo a lo que fue su última morada.
JUSTICIA
“Exijo justicia, mi hija no merecía morir así, y el responsable tiene que pagar, una inocente criatura que no le hacía daño a nadie y que apenas comenzaba a vivir, no merecía esta muerte, el sujeto que la asesinó debe de ser buscado, detenido y castigado con todo el rigor de la ley”.
Así con lágrimas en los ojos y el corazón destrozado por el dolor que vivía, lo expreso en entrevista el señor José Manuel “N”, padre de la menor, al salir del panteón donde fue sepultada la menor.
Con la fotografía en sus manos del presunto homicida, el indignado hombre, dijo: “este es el sujeto que mato a mi hija, la policía no tiene pretexto para buscarlo y detenerlo, esta plenamente identificado, pues desde hace tres meses vivía frente a mi domicilio, y era el encargado de la vigilancia del lugar.
Sabemos que fue él, porque alguno de los vecinos lo vieron cuando llevaba a mi hija y después de que la encontramos muerta dentro de un cuartucho, desapareció y ya no volvimos a saber de él porque sabía lo que había hecho.
Exijo a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, justicia y que haga lo tenga que hacer para buscar y detener a este sujeto, pues de ninguna manera voy a permitir que el crimen quede impune y si la dependencia no hace caso o no muestra interés por resolver este caso yo personalmente no voy a descansar hasta que el responsable de la muerte de mi niña sea detenido o reciba su castigo, concluyó el indignado hombre.
