Un enfrentamiento entre aficionados dejó al menos veinte heridos y un policía lesionado durante el partido de fútbol entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla, en el estadio Atanasio Girardot de Medellín. La violenta pelea, que incluyó el uso de cuchillos y palos, obligó a suspender el encuentro de la liga colombiana la noche del jueves, según informó la Alcaldía de Medellín.
El conflicto estalló al inicio del segundo tiempo en una de las tribunas ocupadas por barras bravas de ambos equipos. El secretario de Seguridad de la ciudad, Manuel Villa, comunicó a través de X que algunos de los heridos fueron trasladados a hospitales para recibir atención médica.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, condenó el incidente, calificando a los involucrados como “delincuentes” y lamentando la falta de cultura para disfrutar del fútbol en paz. Imágenes difundidas en redes sociales muestran a los aficionados atacándose con armas blancas y objetos contundentes.
El árbitro tomó la decisión de suspender el partido, correspondiente a la décima fecha del torneo Clausura colombiano, mientras la policía evacuaba el estadio. Este incidente se suma a una serie de actos violentos protagonizados por fanáticos en el fútbol colombiano, pese a los esfuerzos del gobierno y las autoridades para buscar soluciones a este problema.
Según un informe del periódico El País de Cali, entre 2008 y 2020, 149 aficionados perdieron la vida en Colombia debido a la violencia relacionada con el fútbol.