El Presidente Andrés Manuel López Obrador se reúne este martes con su homólogo estadounidense Joe Biden, en Washington, a quien le planteará la importancia de establecer visas de trabajo temporales para migrantes ante la lenta reincorporación de estadounidenses al mercado laboral, originada por diversos factores como la entrega de apoyos monetarios por la pandemia.
Esta propuesta, a juzgar por analistas internacionales, no tendrá mucho eco porque nuestro principal socio comercial abre o cierra el flujo migratorio con base en su situación económica, que actualmente enfrenta una inflación histórica por encima del 8 por ciento tras fluctuar en un promedio de 2 por ciento.
La tasa de fuerza laboral, incluyendo norteamericanos y latinos, se ubicó en junio en 62.2 por ciento, 1.2 puntos porcentuales menos que el 63.4 por ciento en el que estaba en febrero 2020, en época prepandemia, muestran las cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales. Mientras que el punto máximo de despidos en Estados Unidos fue de una tasa de 10.8 por ciento en marzo 2020, a inicios del confinamiento por el coronavirus, la tasa de contratación llegó sólo a un pico de 6.1 por ciento en mayo de 2020.
“No se puede crecer sin fuerza de trabajo, la mano de obra es igual de importante que el capital o que la actividad de una empresa, entonces si queremos enfrentar la crisis económica, tenemos que producir. ¿Cómo se produce si no hay fuerza de trabajo?, ¿por qué negar que hacen falta trabajadores?”, planteó ayer López Obrador en Palacio Nacional horas antes de volar hacia DC. “Nosotros queremos que la migración no sea forzosa, que sea opcional y, desde luego, legal, que se llegue a un acuerdo para ordenar y legalizar el flujo migratorio tanto para los que están allá, que trabajan honradamente y contribuyen al desarrollo de esa gran nación, como los que por necesidad tienen que ir”.
A finales de junio, tras el hallazgo de un tráiler en Texas donde murieron asfixiados migrantes mexicanos y de Centroamérica, ya lo había puesto sobre la mesa al cuestionar que “si no hay trabajo en el sur y ellos necesitan fuerza de trabajo, ¿por qué no llegar a acuerdos con gobiernos?”.
Giovanni Peri, economista en la Universidad de California citado por la agencia Associated Press, calculó que se tienen unos 2 millones de migrantes menos en el mercado laboral estadounidense desde la política migratoria endurecida por el Gobierno de Donald Trump.
CAUSAS DEL REAJUSTE LABORAL DE EU
Algunos estadounidenses apoyados en las transferencias monetarias gubernamentales ya no quieren regresar a empleos “mal pagados” o presenciales tras el confinamiento por la COVID-19, según una encuesta aplicada en febrero por el Pew Research Center, un reajuste laboral que está causando que la falta de trabajadores en ciertos sectores “sea la mayor vista desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, advirtió la Secretaria Janet Yellen ante el Senado desde hace semanas.
Otro factor del actual desequilibrio en la fuerza laboral es que muchas mujeres norteamericanas no están pudiendo regresar a trabajar por falta de guarderías decentes o asequibles, reportó la analista en economía, Rana Fooruhar en el diario Financial Times.
“La continua escasez de mano de obra en el sector turístico es indicativo de una tendencia grande y problemática: la pérdida de mujeres en la fuerza laboral, en particular las trabajadoras sin título universitario”, escribió en su columna “América necesita que las mujeres regresen a trabajar”, donde resaltó que en guarderías y en el sector educativo, la tasa de desempleo sigue por arriba del 10 por ciento.
En general, de los 5.9 millones de desempleados en junio, una tasa de 3.6 por ciento ya cercana a los niveles prepandémicos, 464 mil dijeron estarlo por tener otro tipo de ingreso, muestran las estadísticas publicadas el viernes pasado por la Oficina Laboral.
“Más de 40 millones de ciudadanos estadounidenses siguen siendo beneficiados de los programas sociales con apoyo monetario derivados de la pandemia, lo que ha establecido una conducta laboral en la que hay resistencia a regresar a las actividades presenciales o que no estén buscando empleo. Ha faltado regularizar esta condición pospandémica, un reto de reincorporación que enfrenta el Gobierno y las empresas”, aseveró en entrevista el internacionalista de la UNAM especializado en la relación bilateral, Jesús Gallegos.
Ante la lenta reincorporación en el mercado laboral norteamericano, observó el analista, ha surgido esta “especulación sobre la ausencia de mano de obra” que el Gobierno federal mexicano está “manipulando” al plantear que equivale a la necesidad de regular los flujos migratorios para continuar con los ingresos del país en dólares. Al primero de julio de 2022, se cuentan con 198 mil millones de dólares en remesas, de acuerdo con el Banco de México (Banxico).
“En los últimos meses, se ha rebasado sistemáticamente el envío de remesas por parte de migrantes mexicanos que se encuentran en EU de manera regular e irregular, lo que nos ha llevado a una condición donde la migración se tiene que defender”, dijo Gallegos.
Hace un par de semanas, el centro de investigación Pew Research destacó que el verano pasado hubo la mayor tasa de empleo entre los adolescentes estadounidenses desde 2008, sobre todo en servicios de alojamiento y comida, entretenimiento y manufactura, un panorama que también se espera para este verano en curso.
“Acosadas por la escasez de mano de obra, las empresas que intentan recuperarse de la pandemia de COVID-19 contrataron a casi un millón de adolescentes más que en el verano de 2020”, analizó con cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales.
La analista internacional Brenda Estefan, exrepresentante de Gobernación en la Embajada de Estados Unidos, comentó que es “un argumento sólido” el pedir visas temporales laborales como respuesta al reajuste del mercado de trabajo estadounidense, pero la política migratoria del Gobierno de Estados Unidos va de acuerdo con su situación económica que ahora enfrenta una tasa de inflación histórica, a lo que se le añade la época electoral.
“El sistema migratorio de Estados Unidos está completamente roto, no obedece a la realidad y ha recurrido al gobierno mexicano para que se convierta en una primera puerta de control del flujo migratorio, uno de los temas prioritarios del estadounidense en época electoral”, aseguró Estefan vía telefónica.
Sin embargo, “la puerta migratoria de EU históricamente ha sido giratoria con base en las necesidades de la economía estadounidense. Cuando les conviene, la abren; cuando no lo necesitan, la cierran”.
Actualmente, cuando su inflación está en niveles no vistos desde los 80 y hay campañas para la renovación del Congreso y gubernaturas, no está abierta.
REUNIÓN SIN SORPRESAS
El Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que se celebraría esta reunión bilateral después de no haber acudido a la Cumbre de las Américas porque la administración Biden no invitó a todos las países de la región como Nicaragua, Cuba y Venezuela, cuestionados por su sistema democrático.
“No espero grandes acuerdos, pero tampoco un gran desencuentro; no se pueden dar el lujo”, dijo la analista en política internacional Brenda Estefan al plantear cómo por fuera ambos mandatarios buscan reflejar una grata relación frente a la incertidumbre económica global y la rivalidad con Rusia y China, aunque por dentro haya “grietas”.
Y explicó: “Es una manera de buscar salvar cara ante los últimos episodios de desencuentro entre ambos líderes como el boicoteo de López Obrador a la Cumbre de las Américas y que el pleno 4 de julio, el Día de la Independencia de EU, el Presidente mexicano habló de la posibilidad de desmontar la Estatua de la Libertad. A pesar de una evidente falta de afinidad entre ambos, hay un reconocimiento de la importancia que tiene esta relación bilateral, si bien asimétrica, profundamente interdependiente”.
En compañía de su esposa Beatriz Gutiérrez, el Presidente hoy desayunará con la Vicepresidenta Kamala Harris y luego acudirá a la Casa Blanca para abordar con Biden y su equipo los temas de inflación, agricultura y migración con apoyo del comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) Francisco Garduño y el Canciller Marcelo Ebrard Causabón, para finalmente participar en un homenaje al Presidente Franklin Roosevelt y al activista Martin Luther King. El miércoles habrá un encuentro con empresarios de ambas naciones, entre ellos, Carlos Slim Helú.
“Es una agenda con pocas sorpresas, con anuncios de continuidad, pero que en la práctica no cambiará mucho de lo que hasta ahora hemos visto en la administración de Biden”, coincidió el analista Jesús Gallegos.
Sin Embargo