Ya sea en nuestra manera de interactuar con otras personas o con el mundo que nos rodea, Facebook se ha convertido en un acompañante de casi todos los aspectos cotidianos en los que nos desenvolvemos, como la manera de enterarnos de las noticias. Sin embargo, entre otras cosas, esta red social también ha afectado de manera radical el sentido de la privacidad y, aunque parezca que también nos ha vuelto más tolerantes, lo cierto es que cada vez nos envuelve más y más en una burbuja que nos aleja de cualquier cosa que esté fuera de nuestros intereses.
Después de la televisión, Facebook es la “segunda pantalla” preferida por la generación millennial en América Latina. A estas alturas, no debería sorprender tal afirmación, sobre todo tomando en cuenta la popularidad de la que goza esta red creada por Mark Zuckerberg. Tan sólo México es el quinto mercado más importante para la compañía digital, con 49 millones de cibernautas inscritos en su red social, registrados hasta el año pasado.
De acuerdo con Jorge Ruiz Escamilla, director en México de esta compañía, nuestro país ocupa además la cuarta posición global con mayor usuarios activos mensuales desde los móviles. Claro, esto no sólo aplica para los millennials, esa generación que ubica temporalmente a los nacidos a partir del inicio de la década de los ’80 hasta mediados de los ’90. Así, también tenemos que hay una importante cantidad de usuarios mayores de 40 años o menores de 15. No obstante, está claro que el uso de Facebook revela algo más que una mera preferencia y hace mucho tiempo que dejó de ser una simple moda.
Desde su creación, una de las características más importantes de Facebook es la posibilidad que tienen sus usuarios de compartir sus anécdotas personales y opiniones, de las que se desprenden desde relaciones amorosas hasta actividad diaria, pasando por gustos musicales. Sin embargo, más allá de tratarse de una simple actualización de estado que funciona como aparador personal, las publicaciones de cada usuarios también pueden servir para determinar rasgos psicológicos de ellos.
Así, un estudio reciente de psicólogos de la Universidad de Brunel, en Londres, realizó una encuesta en línea a 555 usuarios, tras lo que se encontró varios tipos de personalidad: extroversión, neurosis, franqueza, afabilidad, escrúpulos, autoestima y narcisismo, los cuales están relacionados con las actualizaciones de estado en Facebook, publicó el diario colombiano El Tiempo.
De esta manera, se concluyó que aquellas personas que suelen publicar constantemente detalles de su relación sentimental pueden sufrir de baja autoestima, de la misma manera en la que los usuarios que comparten sus problemas emocionales y personales demuestran una actitud neurótica. Así mismo, quienes hacen publicaciones relacionadas con ejercicio físico, dietas o logros personales tienen una personalidad narcisista y buscan la aprobación y atención de los demás. Por último, las actualizaciones excesivas sobre los hijos (una de las acciones más controvertidas, actualmente, en Facebook) ponen en evidencia personalidades escrupulosas.
“Puede ser una sorpresa que las actualizaciones de estado de Facebook reflejen rasgos de la personalidad de las personas”, dice Tara Marshall, profesora de la universidad londinense. “Sin embargo, es importante entender por qué la gente escribe sobre ciertos temas en Facebook”, agrega.
APROBACIÓN Y BURBUJAS
Siendo Facebook pieza fundamental de la vida diaria, el comportamiento de sus usuarios es puesto continuamente bajo escrutinio y da pie a numerosas discusiones referentes a la “prudencia” y “corrección” de ciertas publicaciones. Sin embargo, más allá de incomodidades causadas y suceptibilidades heridas, hay quien afirma que a fuerza de tantos inconvenientes causados por posts, el usuario habitual de Facebook se ha vuelto tolerante y empático. ¿Será?
De acuerdo con Anastassia Smorodinskaya, en su artículo titulado “Is Facebook Making Us Nice For All The Wrong Reasons?” (¿Está Facebook haciéndonos agradables para todos por las razones equivocadas?), Facebook y Twitter (las redes sociales más populares de esta época) han cambiado completamente la forma en que nuestra sociedad piensa y analiza situaciones. Es así que hemos llegado al punto en el que pareciera que las personas se muestran más emocionadas por el reconocimiento de las redes sociales al momento de reunir sus experiencias hacerlos ellos por los mismos motivos. “Todos somos culpables de ello”, escribe. “Ya sea hacer un viaje, cocinar o vestirse para salir, el pensamiento de alardear de ello en línea es a menudo el verdadero incentivo para hacerlo”.
Este fenómeno innegable puede ser la señal de una cultura hambrienta de aprobación. No obstante, Smorodinskaya señala que no se trata necesariamente de algo malo. Después de todo, este tipo de historias (en el caso de publicaciones que presumen benevolencia) prueban que sentimientos como la generosidad aún se mantienen en alta estima, lo cual da esperanzas en medio de un panorama plagado de noticias pesimistas.
Sin embargo, ¿es posible que este aumento súbito de “buenas” publicaciones sea, de alguna manera, malo?
Un nuevo estudio realizado por Facebook no se muestra tan optimista al respecto. Esto se concluyó luego de clasificar a 10 millones de usuarios, basado en la postura política de cada uno, encontrándose que la sección de Noticias del sitio probablemente no está exponiendo a la gente a páginas que desafíen sus puntos de vista. en pocas palabras: los usuarios de Facebook se encuentran dentro de una burbuja.
Según publicó Mashable, en el momento en que los feeds de noticias de las personas en el sitio están basados en el tipo de artículos que tienden a leer, se crea lo que los científicos llaman una “caja de resonancia”, lo que le da la razón a los críticos de dicho servicio en Facebook, quienes afirman que esto crea un sesgo y fomenta la polarización política.
De esta manera, el nuevo estudio, publicado por la revista Science, encontró que los usuarios tenían alrededor de menos del uno por ciento de probabilidades de ver historias con las que no están de acuerdo.
La sección Noticias o newsfeed de Facebook es quizás una de las características más controvertidas de esta red por la sencilla razón de que hay determinadas “noticias” de otros usuarios y páginas que aparecen con mayor frecuencia que otras. Sin embargo, mientras hay quien culpa de esto a un algoritmo creado por Greg Marra, el reciente estudio niega tal afirmación y señala que el responsable de lo que aparece en el timeline de cada cuenta es responsabilidad del mismo usuario.
Así, según el estudio hecho por investigadores de Facebook y de la Escuela de Información de la Universidad de Michigan, son los propios usuarios de la red social, y no los algoritmos, quienes en última instancia tienen el poder de censurar contenidos en Facebook y evitar ciertos contenidos. Así, pese a que se quiera culpar de todo a la red, la verdad es que al final todo depende de uno mismo.
Fuente: Sin Embargo.