El diario de EU recoge testimonios de indocumentados contratados para construir un hotel del empresario.
Donald Trump critica a los indocumentados, pero los contrata para sus proyectos, informó ayer el influyente diario The Washington Post (TWP)en la nota “A Trump hotel site, immigrant workers wary”. que Antonio Olivo escribió en las noticias locales.
El pasado 16 de junio, Trump anunció que buscaba la Presidencia de Estados Unidos; ahí acusó a México de enviar a gente que sólo lleva problemas, “que está trayendo drogas, que está trayendo crímenes. Son violadores”.
Sin embargo, las fotos de Matt McClain para TWP muestran, nada menos, a un par de obreros latinoamericanos frente a un letrero con el nombre de Trump en grandes letras. La nota de Olivo revela que “algunos” de esos trabajadores son indocumentados que hacen los acabados del hotel, una operación con valor de 200 millones de dólares, a tan sólo “cinco cuadras de la Casa Blanca”.
“¿Usted cree que cuando estamos colgando ahí afuera en el octavo piso andamos de violadores o vendiendo drogas?”, dijo Ramón Álvarez, un colocador de ventanas de 48 años de El Salvador. “Arriesgamos la vida y la salud. Muchos químicos que manejamos son tóxicos”, enfatizó.
Un vocero de Trump dijo al diario que la empresa y sus contratistas respetan “todas las leyes de inmigración de Estados Unidos aplicables”.
Sin derechos
A la pregunta de Olivo a los obreros de Trump ¿cómo se sienten? tras las incendiarias acusaciones de Trump contra México, los indocumentados respondieron con verdades no menos incendiarias que evidenciaron la doble vida, no sólo de Trump, sino de quienes como él aluden al principio de las “leyes aplicables” —y por ende no aplicables— de EU, para poder contratar obreros baratos, sin derechos laborales, aunque ello implique no cumplir con las normas migratorias de EU.
Unos 15 obreros que ayudan a renovar el Old Post Office Pavilion revelaron que efectivamente “muchos” de ellos cruzaron “ilegalmente” la frontera, antes de establecerse eventualmente en Washington.
Por obvias razones, algunos obreros consultados por Olivo no revelaron su identidad.
Autoridades como el US Census Bureau o el Departamento de Seguridad Nacional amparan la veracidad de lo dicho por los obreros, al revelar que desde hace 29 años, por lo menos, el problema que tanto critica Trump no sólo no ha sido resuelto, sino se ha agudizado, a pesar de las multimillonarias cifras de dinero que los estadunidenses han pagado de los impuestos para presuntamente solucionarlo.
ESCENIFICA A UN “VIOLADOR Y DROGADICTO”
Un joven hijo de indocumentados se vistió con el uniforme anaranjado chillante que identifica a los presos en California, esposado y encadenado, y preguntó en un cartel que si lo veían como un inmigrante drogadicto y violador, como los ve Donald Trump; pero su escenificación sólo recibió saludos, muestras de aceptación e incluso abrazos.
El joven Sergio Mejía, del grupo de experimentos en redes sociales Public Pranks, se identifica como hijo de inmigrantes indocumentados guatemaltecos; a su padre lo deportaron y su madre tuvo que encargarse de cinco hijos ella sola en Estados Unidos.
El sábado, cuando los californianos llenaron las playas durante los festejos por la Independencia estadunidense, Mejía se vistió de preso y con un paliacate, como los usan muchos latinos angelinos, se cubrió el rostro y esperó.
Algunos visitantes del parque no tardaron en acercarse a saludarlo de mano, otros lo abrazaron; algunos inmigrantes rubios se identificaron con él, todos lo querían hacer sentir bien.
Hubo quien dejó a sus hijos saludar al presunto violador inmigrante latino.
“Hablo poquito español, pero you´re welcome”, le dijo un hombre; “Yo también soy inmigrante, de Inglaterra”, expresó a modo de saludo una joven; un padre de familia llevó a sus hijos pequeños a saludar a Mejía, y otro joven anglosajón le llevó una botella de agua fría, porque el calor arreciaba.
Al final, en un video, Sergio explicó que “una persona no puede ser definida por la raza o nacionalidad a la que pertenece.
“Vivimos en una nación de inmigrantes; debemos ser definidos por nuestras acciones y nuestro corazón; no por nuestra raza, nacionalidad o estatus”.
-Manuel Ocaño, especial
FILADELFIA RECONOCE APORTACIÓN DE INMIGRANTES
José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Relaciones Exteriores, y Michael Nutter, alcalde de Filadelfia, destacaron la gran aportación de los inmigrantes a la revitalización económica de esa ciudad estadunidense, mediante el establecimiento de negocios que representan fuentes de empleo.
En una reunión, en el marco de la visita de trabajo de Nutter a la Ciudad de México y a Puebla, el canciller elogió que la administración de Nutter se ha caracterizado por adoptar medidas que favorecen una mejor integración de los inmigrantes mexicanos en sus comunidades.
Filadelfia se ha convertido en una de las ciudades estadunidenses con mayor tasa de crecimiento de inmigrantes en ese país, dijo.
En 2013, Nutter creó la Oficina para Asuntos Multiculturales y de Migración (MOIMA), como referente para la interacción entre las comunidades migrantes y las autoridades de la ciudad.
La alcaldía ha colaborado ampliamente con el consulado de México y el Centro Cultural Mexicano de Filadelfia en la organización de actos culturales, que han fortalecido la participación de los mexicanos en la vida cultural y cívica de Filadelfia.
La Cancillería dio a conocer, en un comunicado, que en el encuentro participaron además el subsecretario para América del Norte, Sergio Alcocer Martínez de Castro, y el cónsul de México en Filadelfia, Carlos Giralt.
Nutter realiza una visita de trabajo del 6 al 8 de julio en la que se reunirá con funcionarios federales y de los gobiernos de la Ciudad de México y de Puebla.
Fuente: Excelsior