Un bestiario (o bestiarum vocabulum) es un compendio de bestias. Se hicieron muy populares durante la Edad Media en forma de volúmenes ilustrados que describían animales, plantas ó motivos orgánicos de la naturaleza.
(Definición de Wikipedia)
Pasen y vean las bestias que pululan por Whatsapp
La bestia ausente
Estamos ante un animal que no tiene Whatsapp ni teléfono con Internet. Vive orgulloso de ello y exhibe su móvil Nokia de 1999 como un trofeo. Es el único que todavía se comunica por SMS con el resto del grupo. Vive en su torre de marfil y desde las alturas mira al resto de mortales conectados como a seres débiles y dependientes.
Se le reconoce porque es ese que ante una duda como el nombre de un cantante o el año exacto de algún célebre partido de fútbol, suele pedir al propietario del smartphone más cercano que busque en Google cuánto antes.
El cisne
Esta especie tiene Whatsapp, y lo que haya que tener para satisfacer su obsesión: hablar de sí mismo, como mucho, de él y de su prole. Lo hace de un modo intermitente y tiene la capacidad de desviar una conversación de cualquier naturaleza para conseguir sacar su tema. Vive en un interminable debate consigo mismo y necesita difuminar su voz.
Se le reconoce porque no escucha a nadie y escribe largas parrafadas sin signos de puntuación. En algún momento tendrá la debilidad de preguntar la opinión del otro, pero no hay nada que temer, antes de que se la hayan dado ya habrá empezado una nueva cháchara sobre sus cosas.
El ave de rapiña.
Especialmente aficionada a los grupos de Whatsapp. Entra y sale de ellos con gracia y soltura. Su especialidad es crear subgrupos marginando a alguno de los miembros del grupo original. El nuevo grupo estará dedicado a poner a parir al excluido les guste o no a los que han sido agregados en contra de su voluntad. Es una especie social que se mueve en manada pero siempre necesita una especie más débil sobre la que erigir su popularidad.
Es tan simpática que es difícil de distinguir, pero tenga en cuenta quién abre siempre los grupos alternativos en Whatsapp.
Business Animal
Tiene una relación difícil con el Whatsapp. Le parece un gran invento que ha revolucionado la comunicación … ¿pero es suficientemente formal para tratar asuntos de trabajo? ElBusiness Animal es un maestro en el arte de cuidar sus espaldas. Es un experto en poner al organigrama completo de una empresa en copia en los emails(respetando debidamente el orden jerárquico, por supuesto) y no controla el protocolo empresarial en Whatsapp. De hecho, no puede creer que no exista protocolo empresarial. A pesar de sus dudas suele hacer comentarios de trabajo por Whatsapp, compartir información, dar subrepticiamente alguna orden. Lo hace en determinados horarios o días en los que sospecha que la mejor manera de encontrar a la gente esWhatsapp.
Se le reconoce porque cuando vienen mal dadas dirá que nunca utiliza el Whatsapp para hablar de trabajo. Si insistes, te pedirá que le muestres el email que atestigua que él dio algún tipo de instrucción, porque a él le gusta que siempre quede constancia de todo por escrito. Y lo de Whatsapp no es vinculante. Lo que se habla en Whatsapp se queda enWhatsapp.
La bestia feliz
Su foto de perfil no le hace justicia (en realidad lo mejora ostensiblemente porque fue tomada hace una década). En su estado asegura que está haciendo algo que nunca ha hecho. A saber: “Leyendo El hombre sin atributos”. Su cerebro poco evolucionado solo le permite ver la realidad desde la óptica que le es más favorable. Es un animal feliz, poco enterado y optimista. No hay que intentar que pise el suelo.
No se le reconoce, obviamente, por su foto perfil.
La bestia ubicua
Siempre está conectado y cree que todo el mundo también lo está, o al menos debería estarlo. Se enfada cuando no le contestan en un tiempo prudencial, que para él está en torno a los cinco minutos. Confía en la tecnología sobre todas las cosas y no ve motivos para no estar siempre disponible. Es un animal ansioso y exigente.
Se le reconoce porque es el primero en contestar los mensajes y podría decir de memoria a qué hora se conectaron por última vez al menos diez de los contactos de suWhatsapp.
Alimañas.
Son animales pequeños que aman una de las grandes prestaciones de Whatsapp, y de Internet en general: solucionar conflictos sin dar la cara, o directamente dejarlos morir sin responder mensajes ni dar señal alguna de vida. La tecla DELETE es su piedra filosofal, y creen firmemente que no hay conflicto que no pueda ser solucionado a través de esta app. No entienden esa manía de la gente de quedar para hablar. Son lo que rompen relaciones por Whatsapp (antes hubo especies que lo hicieron por email y por teléfono), pero este sistema es mucho más expedito. A veces escogen el silencio y otras dicen por esta vía lo que nunca dirían a la cara antes de desaparecer para siempre. Son monos pero muerden.
El cíclope.
El emoticono que guiña un ojo es su comodín. Siempre que intentan ser moderadamente sinceros ponen un guiño para que nadie se les vaya a enfadar. Cuando sugieren un plan arriesgado o hacen un comentario que podría sentar mal a terceras o cuartas generaciones de los implicados, también tiran del guiño. Son artistas de la diplomacia. No tienen enemigos, no se enfadan con nadie. Pueden danzar con Dios y el Diablo gracias al emoticono del guiño. Su único ojo les advierte de que siempre hay que dejar una puerta abierta porque el mundo da muchas vueltas y nunca se sabe dónde uno puede ir a parar.
Se le reconoce por la profusión de guiños, prácticamente detrás de cada frase.
Animal vintage
Es la especie que aún sigue preocupada por el significado del doble check. Es una preocupación atávica. No sabe que lo que se lleva ahora es ocultar la hora de la última conexión, crear misterio y convertirse en un objeto de deseo.
En condiciones normales, y no literarias, los rasgos de estas especies se mezclan. Es frecuente pasar por temporadas de Bestia Ubicua, y luego evolucionar al estado de Bestia feliz, o viceversa. También puede usted haber transitado por todas esas bestias en algún momento de su historia en Whatsapp. Para ser una de las bestias aquí descritas hay que mantener cierta coherencia y consistencia en los perfiles. No vale saltar de una especie a otra.
El País.