En el barrio de Tacuba, Ciudad de México, un estacionamiento de un centro juvenil se transforma en un escenario de lucha libre lleno de emoción. La canción “Who Let the Dogs Out” de Baha Men retumba mientras los espectadores vitorean: “¡Wisin, Wisin, Wisin!”
De repente, un enorme y peludo luchador desciende por las escaleras, provocando la ovación del público mientras se mueve alrededor del ring. Niños se apresuran a abrazarlo, y los adultos chocan las manos con él. Un letrero que dice: “Wisin, te quiero”, adornado con huellas de patas, destaca entre la multitud.
Wisin, el “perrito luchador”, ha cautivado a los aficionados de lucha libre en México con su singular encanto. A pesar de que la lucha libre mexicana tiene décadas de historia, Wisin ha irrumpido en la escena solo en los últimos meses.
Este fenómeno surge en un momento en que la lucha libre enfrenta desafíos significativos. La pandemia de COVID-19 y la violencia relacionada con los cárteles del narcotráfico han afectado al deporte, que es el segundo más popular en México. Sin embargo, Wisin ha aportado un soplo de aire fresco al mundo de la lucha libre.
Creado por el Instituto de la Juventud de Ciudad de México para fomentar el ejercicio entre los niños, Wisin se ha convertido en un fenómeno viral en redes sociales como Instagram, TikTok y X. Un video de Wisin en el centro juvenil acumuló rápidamente 1 millón de vistas, mientras que otro video, con más de 500,000 “me gusta”, muestra a Wisin saludando a sus fans y realizando acrobacias impresionantes.
Al igual que el Dr. Simi, la mascota de una cadena de farmacias que se convirtió en un ícono musical en 2022, Wisin ha alcanzado una popularidad notable en la vida real. Sus eventos atraen tanto a niños como a adultos, creando un espacio para que los jóvenes disfruten de la lucha libre, un espectáculo tradicionalmente dominado por adultos masculinos.
En su última pelea, Juan Carlos Naviera Torres y su hijo José Isaac esperaban emocionados. Torres, que ha disfrutado de la lucha libre desde pequeño, estaba encantado de compartir esa experiencia con su hijo. “Me gusta que ahora mi hijo también pueda disfrutarlo”, comentó.
Mitchelle Magdaleno, que llevó a su hijo a ver a Wisin, considera al “perrito luchador” una fuente de inspiración. “Aunque no he visto a Wisin en persona, sé que es un gran luchador”, dijo.
A pesar de la lluvia que comenzó a caer, Wisin no se detuvo. Se lanzó desde las cuerdas y logró una victoria decisiva. “¡Uno, dos, tres!”, contó el réferi mientras Wisin celebraba su triunfo con una vuelta olímpica. El “perrito luchador” había ganado una vez más, reafirmando su estatus como una estrella en ascenso en el mundo de la lucha libre mexicana.