El Radar
Por Jesús Aguilar
@jesusaguilarslp
Aquí lo cuestionamos primero, corrían los albores del complejo año electoral que ya casi termina, el frenético 2024 aún en enero cuando en esta columna, en este medio hicimos esta primera reflexión y lanzamos 16 preguntas a Gerardo Sánchez Zumaya.
Las consideraciones en su entorno tenían otro caríz a razón de que una empresa de sus muchísimos registros estuvo vinculada al fraude en Pensiones del gobierno potosino.
Sánchez Zumaya, vinculado con empresa señalada de fraude en Pensiones de SLP
Ya consumadas las elecciones, Sánchez Zumaya participó como impulsor y patrocinador de causas diversas como las de varios candidatos a ayuntamientos huastecos, la diputación federal de su amigo David Azuara en el PAN y la de Juan Carlos Velázquez de MORENA en Soledad. Cuentan las malas lenguas que ahí, donde se exhibió con su camisa color vino tinto con el logo del partido de AMLO sobre otras dudas razonables al salir a dar la cara como parte de un tema público.
Ya con su propia Fundación GESA (Gerardo Sánchez) con portadas y artículos pagados en revistas tan lejanas a la realidad de San Luis y tan ávidas de un jugoso cheque como Forbes (que en su edición mexicana no es ningún referente), pero que pasó a la historia al consignar en su momento a uno de los criminales más buscados del mundo Joaquín “El Chapo” Guzmán en su lista.
Por cuatro años seguidos, El Chapo Guzmán apareció en Forbes. La primera ocasión, fue en el año 2009, al lado de otros magnates, como Emilio Azcárraga Jean y Carlos Slim.
En esa ocasión, Guzmán Loera, ocupó el núimero 703 del ranking en el listado a nivel mundial, mientras que a nivel nacional, apareció en la posición 7. Forbes estimó en esa ocasión que el líder y fundador del Cártel de Sinaloa contaba con una fortuna de USD 1,000 millones.
Hoy Gerardo Sánchez Zumaya, empresario potosino y propietario de Petrogesa, ha quedado en el centro de un escándalo judicial tras ser denunciado penalmente por su presunta participación en una red de lavado de dinero y fraude fiscal.
Y no lo hizo una revista trasnochada, sino Reforma con sus versiones de Nuevo León, El Norte y de Jalisco, Mural.
https://www.reforma.com/da-pemex-millonada-a-proveedor-facturero/ar2909275?v=9
La denuncia, presentada ante la Fiscalía de Tabasco, señala operaciones irregulares que involucran a empresas fantasmas y prestanombres, con movimientos financieros superiores a los 15 mil millones de pesos entre 2022 y 2024.
Sánchez Zumaya, quien en los últimos meses se ha perfilado como posible contendiente de la coalición Gallardía para la gubernatura de San Luis Potosí en 2027, enfrenta acusaciones relacionadas con contratos directos asignados por Pemex. Petrogesa, su principal empresa, recibió más de 520 millones de pesos por servicios de mantenimiento y limpieza en instalaciones de la petrolera estatal, contratos que ahora están bajo escrutinio por posibles irregularidades.
La investigación, basada en miles de Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI) y documentos fiscales, reveló que Sánchez Zumaya y su red de colaboradores utilizaron empresas fantasma para justificar millonarios ingresos sin sustento real. Entre los implicados figuran jóvenes sin experiencia empresarial, algunos menores de 25 años, quienes emitieron facturas por cifras exorbitantes, como el caso de José Manuel Ramón Hernández, con facturaciones de más de mil 800 millones de pesos, pero sin registro de gastos operativos.
La denuncia también apunta a transacciones entre 17 empresas del conglomerado, incluyendo tres registradas en Texas, y una red de familiares y amigos que operan como prestanombres. Los implicados facturaron servicios como suministro de productos químicos y limpieza de ductos en refinerías como Dos Bocas, Minatitlán y Cadereyta, pero no cuentan con evidencia que justifique la adquisición de insumos o materiales necesarios para dichas actividades.
En semanas recientes, Sánchez Zumaya solicitó amparos en San Luis Potosí para evitar posibles órdenes de aprehensión en su contra, intensificando las dudas sobre su futuro político.
Este escándalo pone en jaque no solo la reputación empresarial de Sánchez Zumaya, sino también su viabilidad como candidato en el panorama político potosino. El caso, que ya ha sido documentado por medios como Reforma y Latinus, podría tener implicaciones profundas para las aspiraciones de la coalición Gallardía en las elecciones de 2027, y se suma a la creciente desconfianza ciudadana hacia los vínculos entre empresarios y el aparato estatal.
Mientras tanto, los ciudadanos de San Luis Potosí esperan que las autoridades esclarezcan el caso y que se rindan cuentas por los millonarios recursos presuntamente desviados en perjuicio de las finanzas públicas.
Las preguntas que lanzamos en su momento y nadie se atreve a contestar no importan junto a lo que habrán de responder Sánchez Zumaya y su séquito de veinteañeros multimillonarios ante el SAT, la nueva Presidencia de la República y el estigma que le causará seguramente el destino final de muchos de los millones de fortuna, los bancos de Estados Unidos.