Yalitza Aparicio llama a México a no discriminar a indígenas; uno mismo debe hacer el cambio, dice

Ciudad de México, 3 de febrero (SinEmbargo).– Yalitza Aparicio ya hizo historia. La joven mexicana nominada al Óscar en la categoría a Mejor Actriz, gane o no la estatuilla que premia lo mejor del cine, ya marcó a la industria nacional e internacional al convertirse en la primera mujer con ascendencia indígena en ser elegida para competir por esa categoría.

“Es algo muy importante y no sólo para mí. Yo siento que es importante para todas las personas que también tienen este sueño. El mío tal vez no lo era, pero hay muchas personas que sueñan con llegar acá, pero en algún momento consideran que no les corresponde ya sea por su cultura, su nivel socioeconómico; que ellos vean que yo tuve esta oportunidad significa que ellos pueden luchar y estar motivados para estar acá”, dice en entrevista para SinEmbargo.

El 71.9 por ciento de la población indígena en México, conformada por 8.3 millones de personas, vivía en niveles altos de pobreza en 2016, de acuerdo con la medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), misma que reportó en un informe de agosto de 2018. De ese total, 3.2 millones de indígenas ni siquiera contaban con la capacidad económica para adquirir la canasta básica.

Yalitza Aparicio dice en entrevista con este diario digital que su reconocimiento internacional en el cine es importante para todas las personas que sueñan con triunfar, “pero que en algún momento consideran que no les corresponde ya sea por su cultura, su nivel socioeconómico”. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

Los estados que concentran el 64.8 de la población indígena son: Chiapas, Veracruz, Estado de México, Puebla, Yucatán y Oaxaca, este último del cual es originaria Yalitza, quien tiene ascendencia del pueblo mixteco.

“Deberíamos voltear a verlas [a las comunidades indígenas], no solamente hablar o decir, sino realmente actuar porque como dicen: ‘del dicho al hecho hay mucho trecho’ y es mucho de lo que pasa con nosotros. Hablamos y comentamos sobre ellos, pero no hay alguna acción que realicemos realmente para ayudarlos”.

El Coneval plantea que estas comunidades se encuentran en desventaja con el resto de la población en el país porque sufren de rezago educativo y no cuentan con servicios de seguridad social, salud y de vivienda.

Para la protagonista de Roma, el trabajo que ayudaría a esta población vulnerable, más allá de las acciones de los gobiernos federal, estatal o municipal, empieza por uno mismo, partiendo por dejar de discriminar a estas comunidades.

“Me encantaría que empecemos nosotros, aunque sea de poquito, pero que empecemos cada uno de reflexionar sobre esto: empecemos a respetarnos. Se han dado muchos casos donde entre nosotros mismos nos discriminamos, hacemos estas diferencias o marcamos diferencias, y si trabajamos desde nosotros las cosas empezarían a cambiar”, considera la joven de 25 años.

Yalitza no se equivoca. En el país una de cada cinco personas de 18 años y más declaró para la Encuesta Nacional de Discriminación –realizada por en conjunto por el Inegi, Conapred, UNAM, Conacyt y CNDH en 2017– haberse sentido discriminada en el último año.

Más de la mitad de esta población (53.8 por ciento) percibe la discriminación por su tono de piel, peso o estatura, y forma de vestir o arreglo personal. Los indígenas y discapacitados, de acuerdo con la encuesta, fueron las comunidades de mexicanos más vulnerables.

La cinta nominada a 10 Premios Óscar expone el racismo y clasismo que vivió Libo, la niñera de Alfonso Cuarón –interpretada por Aparicio– durante la década de 1970 en la Ciudad de México; la situación de la protagonista de Roma, casi 50 años después, es una realidad que continúa vigente en México.

“Es algo triste descubrir que después de tantos años las cosas no han cambiado como muchos considerábamos. Es triste saber que aún no aprendemos a ser humanos o que hemos perdido muchos valores, y que ojalá se pudieran rescatar. A mí me encantaría que las personas que se dieron la oportunidad de ver la película y realmente reflexionar de todos los mensajes que transmite actuáramos con algo, aunque sea mínimo, y logre cambiar por lo menos su contexto”, dice Aparicio.

En los últimos días, la misma Yalitza ha sido blanco de críticas y discriminación: luego de que se diera el anuncio de su nominación a Mejor Actriz en los Óscar, desde redes sociales e incluso por parte de personajes de medio del espectáculo, se ha manifestado que no tiene una formación actoral para seguir en la carrera y, también, muchos mexicanos la han señalado por su físico.

Aparicio fue impulsada por su hermana para asistir al casting. Sin experiencia en la actuación y con miedo a que fuera una trampa, Yalitza se armó de valor e hizo la prueba en la que salió seleccionada entre cientos de jóvenes al cautivar con su presencia a Alfonso Cuarón, quien no se equivocó al elegirla pues su debut la colocó en los reflectores del mundo y de los grandes premios.

“Es triste saber que aún no aprendemos a ser humanos o que hemos perdido muchos valores, y que ojalá se pudieran rescatar. A mí me encantaría que las personas que se dieron la oportunidad de ver la película y realmente reflexionar de todos los mensajes que transmite actuáramos con algo, aunque sea mínimo, y logre cambiar por lo menos su contexto”, dice Aparicio. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

“Cuántas personas no luchan día con día para llegar a donde yo estoy y no se les ha dado la oportunidad. Yo que tal vez no luché para ser una actriz o estar aquí, se me está dando una oportunidad. Pero estoy muy consiente que yo luché, trabajando 24 horas o lo que fuera posible por alcanzar el sueño que yo quería”, afirma.

Roma le volcó la vida. Su plan, que era encontrar un trabajo estable para ayudar a su madre, cambió después de trabajar con Alfonso Cuarón. Ahora sus ambiciones son mayores: la maestra de preescolar desea seguir actuando e invitar las personas a seguir con su sueños.

“Me encantaría poder seguir actuando, fue una experiencia increíble. Siempre quise ser maestra, motivar a mis niños a seguir adelante. Siento que la edad que yo escogí para enseñar es fundamental. De ti depende si un niño va a amar algo y luchar por su sueño o que se dé por vencido. Ahora que estoy aquí en el cine, me doy cuenta que no sólo puedo fomentar eso en los niños, sino lo puedo lograr con muchísimas personas”, plantea.

Con información de: Sin Embargo

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