Para el presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Navarrete Ruiz, su apuesta para la elección presidencial de 2018 es el actual Jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Ángel Mancera Espinosa. Ayer, Mancera hizo públicas sus intenciones de participar en la contienda, luego de que también lo hiciera Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa del ex Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.
“Yo fui el que lo propuse hace dos meses y medio. ¿Te acuerdas? En abril. Lo dicho, dicho está desde abril y me satisface que con entusiasmo, haya dicho: ‘si quiero y aspiro, veremos que dicen los ciudadanos’, porque al final serán los ciudadanos los que determinen”, respondió Navarrete Ruiz a SinEmbargo ante la pregunta de si el Sol Azteca apoyará las aspiraciones de Mancera espinosa.
El lunes en entrevista con Milenio Televisión, Mancera dijo: “Sí quiero [ser Presidente]“.
La candidatura podría ser abanderada por el PRD o de forma independiente, adelantó el propio Jefe de Gobierno capitalino.
No es la primera vez que el nombre de Miguel Ángel Mancera aparece en escena como presidenciable. En abril Carlos Navarrete lo “destapó” como un posible candidato al calor de una entrevista y sus declaraciones fueron enviadas a través de un comunicado a la prensa nacional.
Sin embargo, en la primera conferencia que ofreció a los medios luego del destape de Mancera, el dirigente negó tocar el tema con los medios nacionales luego de preguntársele si el “destape de Mancera eliminaba la posibilidad de una izquierda unida en 2018″ y si el PRD “pondría a competir a Mancera contra Andrés Manuel López Obrador”.
Al día siguiente de la negativa, Navarrete se desdijo de “destapar” al Jefe de Gobierno capitalino como candidato del PRD para 2018.
Dijo que todo se debió a una “burbuja informativa” generada por una entrevista que ofreció y que sería después de las elecciones de este año, cuando podría hablar de prospectos.
“El PRD tendrá personajes de primer nivel que mostrará a la opinión pública, en su momento después de junio”, aclaró.
Ese mes, algunos analistas consultados opinaron que el “destape” anticipado de Mancera, no era casualidad y tenía como principal objetivo darle “palmaditas” en pleno proceso electoral para obtener su apoyo y de paso, contraponer la imagen del mandatario capitalino contra la de Andrés Manuel.
“Es una estrategia interna de enviar un mensaje de unidad ante esta desbandada, más una suerte de mensaje político para garantizar el apoyo del Jefe de Gobierno en estas elecciones. Si existe un compromiso de candidatearlo, tendrán el apoyo del Gobierno del DF al partido”, dijo Enrique Gutiérrez Márquez, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana en esa ocasión.
Ayer, luego de que Mancera se animara a destaparse rumbo a la contienda presidencial de 2018, Navarrete enrojeció al preguntársele si el Jefe de Gobierno sería el abanderado de su partido.
Esbozó una sonrisa y contestó: “Yo fui quien lo propuse”.
El dirigente perredista adelantó que el Sol Azteca tendrá varios aspirantes: unos afiliados al partido, otros externos.
“En doctor Mancera es un externo que el PRD apoyó para Jefe de Gobierno. Él no es militante del PRD, pero es un aliado nuestro. El doctor Mancera puede sumar apoyos muy diversos de ciudadanos sin partido, es parte de su fortaleza. Seguramente pronto otros aspirantes en el seno del PRD saldrán. Esto apenas empieza”, dijo.
Carlos Navarrete explicó que revisarán junto con Mancera, de hecho aseguró ya hubo una primera reunión, las fallas y fortalezas de su gobierno en la Ciudad de México, como parte de la evaluación que la fuerza política inició luego de las elecciones del 7 de junio.
LAS APUESTAS FALLIDAS DE NAVARRETE
Además de su apuesta por Mancera Espinosa, el dirigente del PRD, ha tomado algunas decisiones, que para algunos perredistas y expertos, no fueron las más acertadas desde que inició su gestión como presidente de la fuerza política en octubre del año pasado.
Una de ellas tiene que ver con Iguala, Guerrero. Con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa a cuestas, la dirigencia del PRD sostuvo y protegió al Gobernador con licencia, Ángel Heladio Aguirre Rivero.
“Los Chuchos” o Nueva Izquierda (NI), corriente a la que pertenece Navarrete, y sus aliados de las corrientes afines decidieron no exigirle la renuncia, ni la licencia a Aguirre Rivero cuando en las calles de Chilpancingo, Guerrero y del Distrito Federal, la población marchaba solicitando juicio político para el mandatario.
La renuncia se dio en medio de un estira y afloja entre un grupo de corrientes que son minoría al interior del partido y las corrientes mayoritarias.
Pablo Gómez Álvarez participó en un Consejo Extraordinario realizado en octubre del año pasado y llamó la atención sobre la crisis que vive el PRD. El perredista enfatizó que el Consejo Nacional se equivocó al no admitir la propuesta de la corriente Patria Digna de solicitarle a Ángel Aguirre su renuncia y además, reconocer su responsabilidad política en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
La mayoría del Pleno del Consejo Nacional del PRD votó una semana antes de que Ángel Aguirre se viera obligado finalmente a renunciar, en contra de solicitarle licencia y reconocer culpabilidad política del Gobernador.
Carlos Navarrete dijo que de los 291 consejeros nacionales que asistieron a la plenaria, 272 votaron a favor de su resolutivo, que no incluía la necesidad de pedir licencia inmediata al Gobernador de Guerrero y tampoco el reconocimiento de su culpabilidad política, como lo propuso la Coalición de Izquierda y fundadores del partido como Pablo Gómez Álvarez.
“En términos de la Constitución, el Ejecutivo no tiene responsabilidad política, pero Aguirre sí la tiene”, dijo Gómez durante ese Consejo.
Miguel Barbosa Huerta y el Senador Alejandro Encinas Rodríguez propusieron que fuera la dirigencia quien solicitara inmediatamente la renuncia al ex Gobernador, sin éxito
Gómez Álvarez advirtió que la posición de la dirigencia era una “posición política equivocada de la mayoría de la dirección de no buscar la salida de Ángel Aguirre sino esperar, yo no me explico qué se está esperando”, argumentó.
Entre algunos de los errores que se han marcado a la actual dirigencia, está el “desdén” a la renuncia de personajes como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el Senador Alejandro Encinas y el ex Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard Casaubón.
El líder moral del partido renunció, sin más, después de no encontrar eco a la solicitud de un nuevo Comité Ejecutivo Nacional para el PRD. El fundador pedía la renuncia de Carlos Navarrete.
Pero antes de la renuncia del dirigente, se aceptó la de Cárdenas Solórzano y las críticas no se hicieron esperar.
La coalición de Izquierda a la que pertenecían los senadores Miguel Barbosa Huerta y Alejandro Encinas, lamentaron la decisión.
“La renuncia del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas representa el mayor golpe que ha tenido el partido en su historia. La respuesta que la dirección nacional dio a las propuestas presentadas por el ingeniero a sus señalamientos, a la iniciativa de trabajar para modificar de fondo los problemas estructurales del partido, fue recibida con oídos sordos, por la sencilla razón de que afecta sus intereses. Es una demostración de que no existe en esta dirección ni interés ni voluntad para iniciar un proceso de transformaciones de la envergadura que se requiere”, planteó la Coalición en noviembre, días después de la renuncia de Cárdenas.
Fuente: Sin Embargo
