Adiós a “30 Rock” El capítulo final se trasmitirá en mayo

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Ciudad de México, 17 abr (Sin Embargo).- “El nuestro es un amor platónico, en el caso de que Platón tuviera una tía anciana”, dice el inefable Jack Donaghy a su súbdita Liz Lemon. “En realidad, Platón tenía una relación homosexual con su discípulo Sócrates”, contesta ella, ni lerda ni perezosa. “Lo único griego que hay en ti es ese vello permanente”, remata el jefe, que como buen jefe siempre tiene la última palabra.

Los espectadores televisivos tendremos que decir adiós a la genial 30 Rock, escrita prodigiosamente por ese vértigo de ideas llamado Tina Fey.

No estamos hablando de una serie como Friends, Los Soprano, Lost o Seinfeld…vamos, que nadie tendrá que pagar sesiones extraordinarias a su analista porque se va ese grupo perverso y pavote como ninguno, que con la torturada y torturante Liz Lemon a la cabeza intentaba sacar un programa adelante.

Lo de 30 Rock es más sutil y, si se quiere, más sofisticado. No es que además de viejos nos estemos poniendo snobs, pero lo cierto es que el gran peso de esta serie multipremiada y adictiva estaba en los guiones, en los diálogos, mucho más que en las situaciones.

Por tanto, no podías verla mientras jugabas solitario en el iPad, acariciabas a tu perro o hablabas por teléfono con un amigo inoportuno. Para cazar las salidas hilarantes y absurdas de ese ejecutivo de la NBC encarnado magistralmente por Alec Baldwin, debías prestar toda la atención.

Así, en las pocas ocasiones en que Jack perdía (él, como un republicano a la vieja usanza fue criado en la estrategia de “ganar ganar”), tenía que admitir con cara de carnero degollado que “Cuesta decir que me equivoqué, así que no lo haré”, en una frase que quedó para el bronce y que va de suyo despertó la furia desatada de la pobre Liz.

En uno de los últimos capítulos, transmitidos el domingo por la señal de Sony, finalmente Jack y Liz terminaron en la cama, dando gusto a los románticos que se equivocaron de serie y ansiaban con que estos dos se emparejaran.

La situación no pudo ser más chistosa. Los dos con pijamas, espaldas pegadas y Lemon, fiel a su tradición, que comienza a parlotear. Una cosa lleva a la otra, hasta que explota la discusión que Donaghy resuelve a lo Donaghy: ¡No puedo discutir con una mujer con la que no tengo sexo!, grita furioso, mientras almohada en mano corre a dormir en el auto.

“Hugh Laurie finge ser estadounidense, como nuestro presidente”, dijo una vez Jack Donaghy, lo que en la voz y en las facciones de Baldwin, un demócrata casi fanático, resulta doblemente cómico.

“¿Qué te pasó en la infancia para que ahora creas que todas las personas son buenas?”, pregunta genuinamente este hombre que dice haber amado a su madre “lógicamente, a causa del Síndrome de Estocolmo”.

Y no es que no haya más personajes en 30 Rock, cada uno de ellos bien valdría una nota, desde el moralista Kenneth hasta la rubia tonta de cliché Jenna, pasando por Tracy Jordan, el genial comediante negro, caprichoso y lleno de dinero, que vuelve loca a Liz Lemon.

Sucede que Donaghy es Donaghy, un personaje hecho a la medida de Baldwin, un actor superlativo que le debe a Fey el diseño de una criatura televisiva inolvidable, capaz de decir cosas como que “la meditación es una pérdida de tiempo, como aprender francés o besar después del sexo”.

EL CAPÍTULO FINAL

Tras siete temporadas en el aire, la última entrega de 30 Rock, redondeará las historias de varios de sus personajes, al tiempo que “TGS”, su “ficción dentro de la ficción”, tendrá también su propio capítulo final.

Kenneth (Jack McBrayer), el actual presidente de la NBC, recibirá una propuesta para una nueva comedia que se desarrollará en las instalaciones de la televisora 30 Rock.

Naturalmente, después de esto, su productora en la ficción Liz Lemon (Tina Fey), sus estrellas Jenna Moroney y Tracy Jordan (Jane Krakowski y Tracy Morgan) y otros miembros del equipo de TGS, se verán obligados a abandonar su sede en el número 30 de Rockefeller Plaza y contemplarán su futuro con cierta preocupación.

No serán los únicos. Jack Donaghy, el nuevo director general de la matriz de NBC, lidiará con su propia crisis existencial: tiene el trabajo que toda su vida quiso, sin embargo, se siente frustrado, renuncia a la compañía y comienza un viaje en búsqueda de algo que lo haga verdaderamente feliz.

Su desesperación incluirá también el temor de haber perdido a Liz como amiga.

Por su parte, Liz se sentirá un tanto desubicada como ama de casa y como madre de gemelos adoptados, mientras que por el contrario, su esposo Criss (James Marsden), manifestará cierto fastidio por tener un trabajo fijo.

La serie fue un éxito en su primera temporada en la que consiguió más de 8 millones de espectadores en algunos capítulos y consiguió tres premios Emmy a la mejor comedia en 2007, 2008 y 2009, año en el que acaparó 22 postulaciones a dicho galardón, todo un récord para una serie de humor.

El capítulo final se verá en nuestro país el domingo 5 de mayo, a las 15 horas, por la señal de Sony Entertainment.

“Cuesta decir que me equivoqué, así que no lo haré”: adiós a “30 Rock”, adiós a Jack Donaghy

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