
El vocero del arzobispado, Darío Pedroza Martínez, lamentó el asesinato de una menor de edad en el Centro Histórico el pasado martes, el cual calificó como “doloroso”, ya que esto es un reflejo de la responsabilidad que tienen la autoridad y los padres de familia, quienes no han ejercido su labor ante la sociedad, según dijo.
Pedroza Martínez aseveró que este hecho debe ser objeto de análisis, al ser una demostración de lo que ocurre diariamente en el país y en la entidad con los jóvenes, los cuales, tanto hombres como mujeres, han ingresado a los grupos delincuenciales, ya no sólo a la delincuencia del fuero común, sino también al crimen organizado.
Comentó que de parte de la autoridad debe esclarecerse el hecho, ya que si está relacionado con el crimen organizado se comprobarán las fallas que ha tenido la sociedad, las cuales cada vez se hacen más palpables: “cuando pasa esto nos debemos preguntar, dónde están los padres”, señala.
El ingreso de los menores a las células del crimen depende de diversos factores, tales como la falta de oportunidades, siendo fundamental el hogar, la educación y la cultura para erradicar este tipo de conductas.
“Debemos insertarnos, toda la sociedad, en proyectos a favor de los menores, porque no es exclusivo de un sector de la población, sino de todos”, finalizó.
http://www.lajornadasanluis.com.mx/2013/03/21/pol7.php
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