Duele a los padres el adiós de sus hijos

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Aunque se trata de un momento de independencia en la vida de los hijos, abandonar la casa familiar puede ser doloroso para los padres superar su ausencia.

“Siento que mi vida no tiene razón de ser sin mis hijos Giovanna y Diego. Se fueron de casa, ella se fue a vivir con una amiga, le diceroomate; y mi hijo partió para estudiar en Tijuana. Ahora, mi hogar se siente vacío, triste e incluso sombrío. Ya ninguno de sus amigos va a la casa de visita, poco suena el teléfono y ya no hay reuniones de jóvenes”, dice Gloria, de 67 años de edad, quien es divorciada.

De acuerdo con Pablo Guerrero Ibarguengoytia, maestro en sicoanálisis por la Sociedad Sicoanalítica de México, un número importante de padres (principalmente la madre) presenta el llamado síndrome del nido vacío, que se caracteriza por sentimientos de angustia y soledad frente a la partida de los hijos.

“Los padres, encargados y enfocados casi al 100 por ciento en sus hijos, sienten angustia, miedo y desesperanza cuando sus descendientes comienzan a ser seres independientes del hogar. Sobre todo ahora que los hijos tienen otros planes de vida, más allá de casarse y formar una familia”, indicó el experto.

Actualmente los jóvenes se mudan con mayor facilidad y a edades más tempranas. Se van a vivir con amigos, a otra ciudad e incluso a otra nación a fin de estudiar o trabajar.

Ello genera que los progenitores no tengan la facilidad de visitarlos con la frecuencia que quisieran.

“Es común que muchos padres se enfocan tanto en los hijos que éstos se vuelven el propósito de su día a día, y cuando deciden partir, los papás terminan sintiendo que les falta algo para sentirse completos y satisfechos. Algunos otros sienten que ya no tienen motivo para seguir viviendo, que su misión u objetivo en esta vida ya terminó”, lamentó Guerrero Ibarguengoytia.

Este síndrome es común en México, dijo el entrevistado.

“Vivimos en una sociedad muy apegada a la madre y a la familia. Por ello, cultural y socialmente hablando, ambos son de los núcleos sociales más importantes que tiene el mexicano. Esto provoca que seamos muy apegados a los padres y que la separación de ellos sea muy difícil.

“En la mayoría de los casos este síndrome solamente destapa y vislumbra angustias que la persona ya tenía consigo misma. La tristeza, el vacío y la angustia por la separación de los hijos son sentimientos que están ahí desde antes de que los hijos se separen, sin embargo salen a la luz todos esos síntomas”, dijo el especialista.

De acuerdo al entrevistado, existen comúnmente dos reacciones cuando los hijos se van de casa. La primera se gesta cuando una persona se encuentra bien emocionalmente, si bien experimenta algunos sentimientos de tristeza por ya no tener a los hijos en casa, pero al mismo tiempo sentirá un gusto inmenso y satisfacción porque sus hijos ya son independientes.

La segunda ocurre cuando los padres se sienten angustiados, ansiosos e incluso deprimidos por la partida de sus hijos. Para ellos el tratamiento terapéutico les ayudará a analizar y curar sus emociones.

 

http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/05/18/899780#.UZdsU-VCZAM.twitter

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