El arresto de “El Carrete” ofrece nueva esperanza al caso de los 43 normalistas: ¿qué tanto sabe?

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El arresto del presunto delincuente Santiago Mazari Hernández, alias “El Carrete”, líder del grupo criminal de Los Rojos, podría arrojar luz sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y contener uno de los focos rojos de la violencia en al menos dos entidades: Guerrero y Morelos.

“En acción conjunta realizada con el apoyo de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar), el Centro Nacional de Inteligencia y la Policía Federal y todas las dependencias del gobierno involucradas en Guerrero, se cumplimentó orden de aprehensión contra Santiago ‘N’, apodado ‘El Carrete’, por delitos de delincuencia organizada, delitos contra la salud y secuestro”, informó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

Felipe Rodrígurez Salgado, “El Cepillo”, dijo a las autoridades que “El Carrete” había dado dinero a estudiantes para generar disturbios en contra del entonces Alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez. Esa tesis está dentro de la “verdad histórica” de Jesús Murillo Karam, lo que la somete a dudas. Sin embargo, la detención del violento criminal podría agregar nueva información, ahora que el caso ha sido reabierto por el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Se desconoce qué sabe, realmente, del caso. Pero eso está por saberse, ahora que las autoridades lo tienen bajo custodia.

“El Carrete” estaba entre los 15 criminales más buscados en Morelos desde hace al menos 5 años. La población donde el presunto líder de Los Rojos fue detenido se encuentra unos 35 kilómetros al oeste de Chilpancingo, la capital del estado de Guerrero. Su campo de operación incluía Morelos.

“Este presunto delincuente identificado como uno de los principales generadores de violencia en Guerrero y Morelos fue capturado en el municipio de Leonardo Bravo junto a otro sujeto identificado como Marco ‘N’, quien se presume podría ser su principal operador”, detallaron ayer las autoridades federales.

En Morelos se le liga al asesinato de Gisela Mota, Alcaldesa de Temixco. El pasado 2 de enero, un grupo de asesinos a su cargo irrumpió en su casa, golpeó a varios familiares, los reunió en la sala y frente a ellos mató a Mota, también ex Diputada federal.

Mazari Hernández, de 43 años recién cumplidos, nació en la comunidad de San Gabriel las Palmas, del municipio Amacuzac, en Morelos. Desde muy temprana edad tuvo nexos con el cártel de Los Beltrán Leyva, hasta que logró ser jefe de la plaza de su estado natal.

En 2008, “El Carrete” fue detenido y acusado por delitos contra la salud por la Sedena. Sin embargo, a principios de 2009 quedó en libertad, a pesar de que fue encontrado penalmente responsable y se le imputaron cinco años de prisión y 100 días de multa.

El presunto delincuente también es conocido con otros sobrenombres, como “El señor de los caballos”, “El señor de las cachuchas” y “El ocho de Sonoyta”.
Tras la muerte en 2009 de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, entonces líder del cártel que llevaba su nombre, Mazari Hernández organizó su grupo criminal, al que denominó “Los Rojos”.

Su organización es uno de los principales rivales del grupo llamado “Guerreros Unidos”, que también fue creado después de la fragm
entación de los viejos integrante del cártel de los Beltrán Leyva.

A principios de junio, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, señaló que en al menos 18 municipios de Morelos se pagaba derecho de piso a los cárteles de droga, incluidos “Los Rojos”.

Sin embargo, la Fiscalía general del estado señaló que ninguno de los alcaldes de la entidad había presentado ninguna denuncia. Hace dos años, en 2017, Mazari Hernández ya había sido acusado por extorsionar a 13 alcaldes.

LOS 43 Y “EL CARRETE”

Durante años, Los Rojos estuvieron involucrados en luchas territoriales con una pandilla rival, Guerreros Unidos, para tener el control del narcotráfico en las montañas de Guerrero. El área es una de las principales regiones para cultivo de opio en México. En 2014, la policía se alió con Guerreros Unidos y secuestró a 43 estudiantes normalistas porque creían que los jóvenes trabajaban para los Rojos. Los fiscales afirmaron que hombres armados de Guerreros Unidos mataron a los estudiantes e incineraron sus cuerpos, pero todavía se cuestiona esa hipótesis, ya que los fragmentos de huesos encontrados sólo coincidían con uno o dos de los estudiantes.

“Algunos sospechosos en aquella masacre afirmaron que Mazari pagó a los estudiantes para alterar las actividades normales en la ciudad de Iguala, un baluarte de Guerreros Unidos. Por ese y otros motivos, algunos creen que Mazari podría tener información sobre cómo y en dónde fueron asesinados los estudiantes, o a dónde se llevaron sus cuerpos”, dice Associated Press.

El 26 de septiembre de 2014 desaparecieron 43 estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, a manos de fuerzas del Estado que los habrían entregado a un grupo criminal, luego de haber tomado de la terminal de Iguala cinco autobuses para trasladarse a un mitin.

El caso, que cimbró al país, no se ha resuelto a pesar de que están por cumplirse cinco años del hecho. Ni siquiera hay una versión creíble de lo que sucedió en aquellas horas. La versión oficial fue desmentida por videos hechos públicos sobre el uso de torturas por parte de las autoridades para obtener declaraciones de los supuestos involucrados.

Uno de las docenas de detenidos es Felipe Rodríguez Salgado, “El Cepillo”, que pertenecía al grupo de Guerreros Unidos, rival de Los Rojos, y uno de los presuntos responsables de ordenar el homicidio de los normalistas. Según la entonces Procuraduría General de la República (PGR, ahora FGR), el hombre de 28 años fue quien señaló a “El Carrete” como el que ordenó a los normalistas “reventar” un acto político que desató los hechos posteriores e incluso habría pagado al director de la Normal.

De acuerdo con la declaración de Rodríguez Salgado, su grupo delincuencial creía que “Los Rojos” querían tomar la plaza de Iguala, a donde se dirigían los normalistas, a quienes “confundieron” con una operación rival. “Guerreros Unidos” es la organización supuestamente responsable de su desaparición.

El Gobierno mexicano concluyó después de las primeras investigaciones que los jóvenes habían sido asesinados en incinerados en el basurero de Cocula, en Guerrero. La llamada “verdad histórica” fue rechazada a nivel nacional e internacional y hasta ahora no se ha podido localizar a los normalistas ni sus restos.

LA DETENCIÓN

El líder de Los Rojos fue detenido la tarde de ayer en un operativo conjunto de la División de Inteligencia de la Policía Federal y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la sierra de Chichihualco, municipio de Leonardo Bravo.

El Gobernador Héctor Astudillo Flores expresó anoche mismo su reconocimiento en un mensaje de Twitter a las instituciones de seguridad federal, pero destacó que la detención se logró “en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero” y subrayó que la acción es “a favor de la tranquilidad y paz social en Guerrero”.

En imágenes difundidas por la misma dependencia federal, tomadas anoche, aparece “El Carrete” flanqueado por dos policías federales, en un lugar no identificado, en apariencia sin heridas y no se informa a dónde fue trasladado.

La SSPC informó que junto a Santiago Mazari fue detenido otro hombre identificado como Marco “N”, del que se presume, dice el breve comunicado, “podría ser su principal operador”. En noticieros de televisión éste fue identificado como Marco Gerardo Paz Hernández, “La Kika”.

Por la tarde el vocero del Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG), había informado que después de los enfrentamientos que tuvieron a partir del domingo en los poblados de Corral de Piedra y Polixtepec, “El Carrete” huyó herido y “disminuido”, pero que la Policía Comunitaria suspendió su persecución ante la presencia de soldados del Ejército y de la Guardia Nacional que se comprometieron a continuar su búsqueda para detenerlo.

Ayer la sierra ya estaba en paz, dijo el Gobernador ayer por la mañana.

Por la mañana, el Gobernador Héctor Astudillo Flores dijo que la sierra de Guerrero está en “paz”, y lo que hubo en días pasados fue un choque entre dos grupos que dejó un muerto que no se ha podido identificar.

“Las informaciones que ustedes tienen son informaciones que nosotros tenemos, no puedo confirmar nombres derivado de que yo mismo debo ser prudente y cuidadoso, pero por supuesto la información que tenemos del choque, hay una muerte, una fotografía, en este momento todavía no se puede tener la certeza de las identidades”, afirmó.

Sin Embargo

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