Guerra del futbol: Slim vs. las televisoras

Uncategorized

 

Está en ciernes una guerra del futbol. No como la desatada entre Honduras y El Salvador. Tampoco una batalla de muertos como la heredada del sexenio de Calderón. Es una guerra por la propiedad de los equipos, la venta de los derechos de transmisión de los partidos y la distribución de los mismos. Es la otra cara de la misma guerra que desde 2011 se desató entre Televisa y su aliado TV Azteca en contra del magnate Carlos Slim.

Desde el año pasado, el propietario del grupo Carso ha ido avanzando en la cancha que dominó durante 50 años Grupo Televisa y compartió con TV Azteca en las últimas dos décadas: la propiedad de los equipos y el dominio de la Federación Mexicana de Futbol.

Slim adquirió, vía América Móvil, acciones en los equipos Pachuca y León. Se convirtió en uno de los convidados al selecto club de la Femexfut que ha controlado Grupo Televisa, propietario en algún momento de cuatro equipos al mismo tiempo (América, Necaxa, Atlante y San Luis), junto con TV Azteca (Morelia, Veracruz y Jaguares).

En la guerra por la competencia en los contenidos televisivos, Slim decidió no esperar a que la SCT le cambiara el título de concesión de Telmex para dar servicios de video (televisión abierta y tv restringida) y comenzó a competir en el terreno de los contenidos por la vía de la compra de productoras y de equipos de futbol.

Desde hace años, el futbol es el negocio más lucrativo en el mundo occidental por depender casi completamente de las reglas que le impone la industria televisiva: la venta de derechos de los partidos y la comercialización de productos vía merchandising. En México, además, las dos televisoras que dominan 90% de los contenidos y de las frecuencias son propietarias directas de varios equipos (América en Primera División y Necaxa en la liga de ascenso pertenecen a Televisa, y TV Azteca es propietaria del Morelia, en primera división, y del Jaguares en la de ascenso) y definen las reglas del juego a través de su control sobre “el espectáculo” televisivo.

Slim se volvió un jugador incómodo al adquirir acciones en dos equipos. Al correr como reguero de pólvora el rumor de que podía comprar también parte de las Chivas del Guadalajara, propiedad ahora de Jorge Vergara, la Asamblea de Clubes —dueños de los equipos de Primera División— va a discutir una nueva regla para que nadie sea dueño de más de una franquicia por categoría (podrán ser multipropietarios, pero no en Primera División).

“La visión de la Liga MX es que cada dueño tenga un solo equipo. La visión se deberá alcanzar durante los próximos cinco años. Ninguno de los dueños en esos cinco años podrá incrementar la cantidad de equipos que tenga al día de hoy y el dueño que tenga más de un equipo tendrá sólo un voto en la Asamblea y en los diversos comités”, declaró el pasado 20 de mayo Decio de María, presidente de la Liga MX y pieza clave del control de las televisoras en el negocio.

El representante de los equipos León y Pachuca, Arturo Elías Ayub, brazo derecho y yerno de Carlos Slim, explicó que el tema de la multipropiedad estará pendiente de definir en la próxima Asamblea de Clubes. Elías Ayub señaló a Justino Compean, presidente de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), como el artífice de la propuesta.

“Sería interesante ver qué diferencia quieren proponer con lo que ha habido en los últimos 20 años y ver cuáles son las razones por la que existen esas diferencias, además de ver si se aprueba en la próxima asamblea”, abundó Elías Ayub.

En otras palabras, por qué ahora que América Móvil tiene acciones en dos equipos de futbol y está compitiéndole muy fuerte a las televisoras en el terreno de los derechos de transmisión (Slim adquirió los derechos para transmitir los Juegos Olímpicos próximos), la Federación Mexicana de Futbol está tan preocupada por la multipropiedad.

En esencia, el tema no es el futbol. Ni cómo mejorar la calidad del deporte, ni cómo mejorar el espectáculo para los aficionados ni cómo hacer no sólo un negocio de la transmisión de los partidos y la venta de patrocinios. El tema es la televisión y la disputa que ya comenzó en la cancha deportiva entre el duopolio televisivo y Slim. El resultado de este pleito será de pronóstico reservado.

http://www.proceso.com.mx/?p=342666

Compartir ésta nota:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp