IFE reclama facultad para sancionar quejas “frívolas” de partidos

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El Instituto Federal Electoral solicitará a los legisladores que le den facultades para sancionar a los partidos que presenten quejas “frívolas”, es decir, que contengan argumentos intrascendentes, superficiales pueriles o ligeros, ya que en el pasado proceso electoral alrededor del 60% de las quejas que llegaron a oficinas centrales del IFE fueron infundadas o desechadas.

Lo anterior se explica en el Libro Blanco que los consejeros entregarán al Congreso de la Unión, mismo que será presentado el próximo miércoles al Consejo General, una vez que ya fue aprobado por el grupo de consejeros que coordinaron su elaboración.

En el mismo se menciona que de las mil 371 quejas recibidas durante todo el proceso, 446 llegaron al secretario general y el resto a las oficinas distritales del Instituto.

Del total de 446 quejas en oficinas centrales sólo 88 fueron declaradas fundadas, 241 infundadas, 53 desechadas  y en 11 se declaró incompetente.

Por actos anticipados de campaña el IFE recibió 93 quejas, de propaganda irregular 90; adquisición indebida de tiempos en radio y televisión, 90; denigración y calumnia, 81; 50 por difusión de propaganda gubernamental; 36 por promoción personalizada de servidores públicos; cinco por incumplimiento de medidas cautelares y 1 por incumplimiento de pautas en radio y televisión.

Según el Libro Blanco, una queja o denuncia frívola es aquella “que es claramente estéril, superflua, con falta de objetividad y que carece de relevancia.”

“El IFE se convierte, así, en un escenario de espectáculo mediático-político más que en un órgano de deliberación jurídico-electoral. Esta situación debe ser inhibida, pues supone un desgaste institucional que, como se dijo al principio, pone en peligro el correcto funcionamiento institucional”, reza el organismo.

El organismo lamenta carecer de herramientas para frenar la situación.

“Una solución al desgaste institucional originado en la atención de quejas y denuncias frívolas sería otorgarle la facultad al IFE para que las sancione, para lo cual, se requiere una reforma al Cofipe.”

Se declara que en el Proceso Electoral Federal se demostró que la práctica de la frivolidad constituyó un recurso muy recurrido, no sólo en los procedimientos ordinarios sancionadores, sino también en los especiales sancionadores.

“El IFE se enfrenta a una problemática mayúscula, pues ante la imposibilidad jurídica de desechar desde un inicio las quejas frívolas, se ve obligado a sustanciar todo el procedimiento hasta su etapa final, para llegar a la conclusión que se sabía desde el principio: que los argumentos eran intrascendentes, superficiales.”

 

http://www.excelsior.com.mx/

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