La música que sacó de sus casas a vecinos de cuatro calles

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Aseguran que es tal el estruendo de los conciertos que algunas personas ya presentan incluso afectaciones emocionales

El pasado 17 de abril Two Door Cinema Club sacó de sus casas a sus moradores. La vibración que emitía la música la sintieron los vecinos de por lo menos cuatro manzanas aledañas al Auditorio BlackBerry en Tlaxcala e Insurgentes, de la Hipódromo Condesa. “Los edificios se comenzaron a cimbrar, parecía que estaba temblando”, dijo una de las habitantes.

Pasaban las 10:00 de la noche, cuando comenzaron a salir de sus departamentos y no era la primera vez: desde hace por lo menos un año han experimentado lo mismo.

Cuatro meses antes la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial del DF (PAOT) había emitido su resolución sobre el ruido en ese auditorio: “en materia de vibraciones se rebasa el límite máximo permisible” que dicta la Norma Ambiental para el DF NADF-004-AMBT-2004.

Ello ya lo sabían las autoridades, pues en 2003 el espacio, donde antes era el cine Las Américas, había sido clausurado por lo mismo. Para que los empresarios de ahora obtuvieran sus permisos “tuvo que haber corrupción”, acusaron vecinos.

“El delegado anterior, Agustín Torres Pérez, fue el que dio indebidamente el permiso a ese auditorio en una zona habitacional”, dijeron.

Han dirigido varios oficios a las autoridades. El jefe delegacional en Cuauhtémoc, Alejandro Fernández, simplemente ha eludido el problema y no ha platicado con ellos. Los últimosdocumentos, cuya copia enviaron a MILENIO, fueron dirigidos al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, e incluso al presidente Enrique Peña Nieto.

En éstos exigen una cita al mandatario capitalino para plantearle el problema. Los vecinos demandan el cierre de ese inmueble, o de lo contrario bloquearán el cruce de Insurgentes y Baja California.

Presencia sorpresiva

El pasado miércoles por la noche los vecinos se citaron para decidir la acciones a seguir y, sin ser invitados, llegaron tres funcionarios de la Dirección General Jurídica y de Gobierno en Cuauhtémoc: José Luis Vázquez, Rafael del Castillo y Carlos Eduardo Rosas; además de dos representantes de la empresa BlackBerry: Sergio Manzanares y Pablo Islas.

Este último ofreció a vecinos firmar un convenio y anunció la cancelación de 20 conciertos para evitarles más daños materiales y emocionales. Informó que presentaron ante la SEDUVI un proyecto para sembrar unos pilotes a 23 metros de profundidad en el auditorio “que garanticen que ustedes ya no serán afectados”.

En tanto que José Luis Vázquez, manifestó que el jefe delegacional en Cuauhtémoc, podría recibirlos.

Sin embargo los vecinos, solo exigen la clausura de ese espacio. No creen que alguna obra evite que sigan dañando sus inmuebles.

Las vibraciones por los conciertos en ese auditorio han ocasionado grietas en muros, techos, suelos y tuberías de agua de sus departamentos.

“Todos hemos sido afectados: en mi edificio gastamos 60 mil pesos para arreglar el lobby y las escaleras dañadas y gasté 18 mil pesos para reparar las grietas en mi departamento”, señaló Marina Díaz.

Acusaron que los empresarios del BlackBerry, Alberto González y Martin Casas Alatriste, se han adueñado de su espacio. Las calles se saturan con los vehículos de los clientes y el estruendo de la música o de los gritos, chiflidos y peleas de los asistentes a los conciertos.

Hay vecinos que desde hace un año toman pastillas para dormir “y ese miércoles 17 una vecina recién operada tuvo que mudarse a un hotel”.

 

 

Con información de: http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/724ba44bca41e25c37f7e6a2373ca23c

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