Pesca ilegal equivale al 60% de la producción nacional en México

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Un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad y la Environmental Defense Fund descomponen la dinámica de la pesca irregular en el país.

Si uno de estos días va a comer mariscos y se encuentra con un delicioso y gigantesco camarón azul en la mesa, que además el mesero asegura viene fresco del mar, tenga por seguro que está almorzando un producto derivado de la pesca ilegal.

El camarón azul (Penaeus stylirostris) es una de las especies comerciales más relevantes de la zona costera y las aguas protegidas del litoral occidental de Baja California Sur. Y desde el 8 de marzo, ésta y todas las demás especies marinas de camarón están en veda temporal con el fin de proteger la fracción reproductora de sus stocks. El único camarón disponible legalmente en estos momentos es el camarón de acuacultura, es decir, el camarón blanco.

 

El pasado miércoles, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y la Environmental Defense Fund (EDF) de México, presentaron La Pesca Ilegal e Irregular en México: Una Barrera a la Competitividad, un documento realizado con el afán de entender la dinámica y la magnitud del mercado ilegal de pesca en nuestro país. El análisis arrojó que la pesca ilegal en México corresponde al 60% de la producción nacional reportada, lo que signfica que, si en 2010 la producción reportada por la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) para productos pesqueros fue de 1. 4 millones de toneladas, 840 mil toneladas más resultaron de la producción ilegítima.

La pesca irregular resulta de una serie de incumplimientos de las disposiciones legales, siendo las más frecuentes el no contar con el permiso o la concesión para pescar, la artes de pesca prohibidas (como la de arrastre y la que utiliza dinamita), la pesca en época de veda (como en el caso del camarón), en zonas protegidas o sobre especies prohibidas.

 

El factor económico se perfila como una de las principales causas que lo impulsan, pues pescar de forma ilegal es mucho más barato que hacerlo por la vía lícita. Para entrar al mundo de la pesca ribereña por la vía legal, el costo de operación anual es de 317 mil pesos, según el Censo Económico 2009. Hacerlo sin permiso, constató el análisis a través de entrevistas a pescadores en Altata Sinaloa, requiere de entre 180 y 220 mil pesos.

Además, existen mayores ganancias en la pesca ilegal. Uno de los entrevistados del estudio expresó que “un pescador legal saca entre 5 y 6 kilos de camarón en un jornada larga de pesca, mientras que un pescador irregular puede atrapar hasta 12 kilos en una noche”.

En México, la pesca comercial se lleva a cabo en dos sectores: el industrial (o pesca de altura) y el artesanal (o ribereño). Mientras que el sector industrial lo componen cerca de 2 mil 200 barcos, la flota ribereña se estima en alrededor de 100 mil embarcaciones pequeñas o “pangas”. Los barcos de altamar están sujetos a muchos más controles que estas últimas. Por ser más grandes, requieren de ciertas condiciones muy específicas en el puerto para poder arribar, descargar y cargar combustible. Una panga puede descargar en cualquier playa y a pesar de las evaluaciones, nadie sabe a ciencia cierta cuántas pangas existen en el país. Esto hace que sea extremadamente difícil monitorear las prácticas irregulares.

Asimismo, la CONAPESCA tiene actualmente a 214 inspectores y 8 administrativos, que utilizando 65 navíos menores, intentan vigilar cada una de las embarcaciones del país. Trabajan de lunes a viernes y no trabajan de noche, por lo que uno sólo necesita esperarse al fin de semana y las noches para burlar las disposiciones.

Penas y sanciones no son amenaza para pesca ilegal

Por otro lado, el esquema de penas y sanciones para aquellos que pescan de forma irregular tampoco parece representar una amenaza suficiente para dejarla de hacer.

Las sanciones son en general administrativas, tienen un monto máximo y al no ser proporcionales, no hacen competencia real a las ganancias potenciales de pescar fuera de la ley. Si un barco le quiere vender 10 toneladas de pepino de mar (actualmente en veda por tiempo indefinido) a los chinos, y cada tonelada de pepino se vende a 10 millones de dólares en el mercado asiático, ¿cuál es el incentivo si aquel barco sólo tendrá que pagar una multa máxima de 2 millones de pesos? En resumen, hay poquísimas probabilidades de que te agarren y si te agarran hay poquísimas probabilidades que la sanción sea suficiente como para que lo dejes de hacer.

 

El estudio detalla otros factores sociales e institucionales de la pesca ilegal y al final hace una serie de recomendaciones para hacer frente a la práctica.

Una de las más iniciativas más interesantes es la de hacer mejor uso de la tecnología para poder trazar el producto. EDF ha trabajado ya en programas de trazabilidad del Huachinango en el Golfo de México. El programa se llama Gulf Wild, y es un sistema que le permite a los capitanes de barco y pescadores estar en directo contacto con los restaurantes. Desde que sale el Huachinango del mar se le pone un código. El consumidor pide un huachinango frito en los restaurantes que participan en dicho programa y cuando llega a la mesa, viene con una etiqueta que detalla de dónde salió, qué capitán lo pescó, cuál es su historia, qué día fue pescado y otras particularidades.

En Chile existe un programa similar llamada Shell Catch, que ofrece tecnologías inalámbricas de verificación y rastreo del “loco” , un tipo de abulón chileno y otras especies, a través de todos los procesos de producción.

“A mi lo que me encantaría es que un día, aquí en la Ciudad de México, pudiéramos llegar a un restaurante, pedir unos camarones y que nos dijeran- Si señor, estos camarones vienen de Sonora, de tal polígono en específico, fue pescado de tal forma, hace tantos días,” expresó Pedro Zapata, Director de Environmental Fund México durante la presentación del documento a medios de comunicación.

“Estamos buscándole forma. Los productores cada vez nos piden más apoyo en eso y nosotros estamos buscando con la Secretaría de Economía para ver cómo encontramos recursos y ayuda técnica para el tema de la trazabilidad,” explicó.

Otras propuestas enumeradas en el estudio incluyen hacer proporcionales las penas y sanciones, mejorar la coordinación institucional (CONAPESCA, CONANP, PROFEPA, SEMAR y Aduana), crear una policía única de mar, mejorar la el diseño y alcance de la información disponible y aumentar la participación de los productores en la toma de decisiones.

Puedes revisar el documento completo aquí:

 

  Pesca Ilegal 1.3


http://www.animalpolitico.com/2013/05/pesca-ilegal-equivale-al-60-de-la-produccion-nacional-reportada-en-mexico/#ixzz2UDLP2hBj

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