Reforma a PEMEX ¡YA!

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porque es patrimonio de todos los mexicanos”: Del total de la gasolina que Estados Unidos exportó en el primer bimestre del 2012, México compró 60%, equivalente a 23.5 millones de barriles de combustible según datos de la US Energy Information Administration. Solo para que comparen a los países que también importan gasolina gringa, el más cercano buen cliente después de México es Panamá, quien compró 6.4% de la gasolina que EU facturó en el extranjero, seguido por Guatemala, que se llevó 3.9%; Chile, con 3.8%; Brasil, con 3.7% y Costa Rica, con 3.4%. México ya no tiene tiempo para aplazar una vez más otra reforma a PEMEX, el tiempo se agota y es evidente que la paraestatal necesita una profunda transformación para salir del estado de mediocre confort en el que se encuentra. El arcaico discurso nacionalista de algunos los sectores más conservadores de la clase política ya no tiene cabida en una sociedad que pretende consolidarse coma una nación moderna y abierta a las inversiones. PEMEX no puede seguir siendo una de las petroleras más importante del mundo y seguir comprando en cantidades escandalosas gasolina a Estados Unidos. Ya se ha dicho hasta el cansancio que otros gobiernos en el mundo de izquierdas y derechas admiten la inversión privada  en áreas estratégicas del sector energético. La empresa brasileña PETROBRAS tiene en la española REPSOL a su principal aliado aunque PETROBRAS sigue operando como una entidad mixta, donde el Estado conserva la mayor parte de la propiedad. El inicio del éxito de la empresa brasileña ha sido una combinación de diferentes factores, por ejemplo, REPSOL es quien se encarga del trabajo más complejo de toda empresa petrolera, el cual es la exploración y Brasil ha garantizado el éxito de sus petroleras gracias precisamente a la exploración de yacimientos en otros países de Sudamérica. No se puede admitir que el marco restrictivo en materia de energía de un país como Corea del Norte sea similar al de México. Por la nación moderna y democrática a la que aspiramos ser, los partidos políticos en el congreso tendrán que discutir con seriedad la propuesta del Presidente Enrique Peña.]]>

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