La mañana de este martes aparecieron en distintos sitios públicos de los municipios de Lázaro Cárdenas, Apatzingán y Morelia, Michoacán, distintas mantas dirigidas al presidente Enrique Peña Nieto en las que le piden frenar el surgimiento de “grupos armados disfrazados de policías comunitarios”.
“Señor presidente respetuosamente que lo que están haciendo como gobierno es muy riesgoso al estar echando a pelear al pueblo contra el pueblo y apoyan al Cártel de Jalisco disfrazado de comunitarios y le decimos que si no pone orden a los de La Ruana, nosotros tampoco respetaremos a nadie y nos manejaremos por nuestros usos y costumbres”, dice el texto.
El mensaje añade:
“Si no sabía pregunte lo que están haciendo varios coroneles de Zamora, Uruapan, Tacámbaro y dos de Apatzingán”.
El texto dirigido al Ejecutivo federal puntualiza que, en protesta por la forma en la que se ha comportado el gobierno “al proteger a un cártel disfrazado de comunitarios, decidimos a tiempo ponernos y decirles al gobierno que jamás lo permitiremos y preferimos morir de frente”.
El pasado 25 de febrero aparecieron las primeras mantas en las que se acusaba a las policías comunitarias, con presencia en La Ruana y Tepalcatepec, de pertenecer al Cártel de Jalisco Nueva Generación.
Además, en esa ocasión fueron repartidos panfletos en los que se leía:
“Les hacemos del conocimiento que los jetos que se revelaron, son comandados por Nemesio Oseguera Valencia y/o Rubén Oseguera Cervantes Alias El Mencho, y es señalado como quien organizó la llamada policía comunitaria, pero esta integrada por gente dedicada al secuestro y extorsión y como pueblo, estamos en la zozobra y tememos por nuestras vidas, pues el gobierno federal los apoya y el gobierno del estado quiere capacitarlos”.
En los mismos textos, los autores –supuestamente habitantes de la Tenencia de Felipe Carrillo Puerto, conocida popularmente como La Ruana, en el municipio de Buenavista, y de la cabecera municipal de Tepalcatepec– demandaron la ayuda de la sociedad en general y exigieron al presidente de la República que “gire la instrucción necesaria para detener este acto brutal de violencia que atenta contra la libertad y vida de todas nuestras familias”.
En aquella ocasión se señaló como responsables “de sembrar la zozobra en La Ruana” a Uriel Farías, El Abuelo, quien opera en Tepalcatepec, así como a otras dos personas de las que sólo se proporcionó el apodo: El Monin y El Goya.
Las mantas y los volantes exigían “la investigación y la detención de toda esta gente armada que comanda El Mencho en esta región y que pretende llevarla a efecto en todo el estado para llevar a cabo sus actos de delincuencia organizada”.
A raíz de la violencia desatada en la región de Tierra Caliente, productores de limón y ganaderos se armaron y colocaron retenes en los accesos a los pueblos.
Los pobladores manifestaron su hartazgo debido a que –afirmaron– son obligados a pagar cuotas y rescates por secuestros perpetrados por miembros de la delincuencia organizada.
Apenas el pasado miércoles 10, ocho cortadores de limón que apoyan a las policías comunitarias fueron ejecutados en el tramo de Nueva Italia-Apatzingán, luego de asistir al acto luctuoso de Emiliano Zapata.