Por: Ana G Silva
(Los nombres de los involucrados fueron cambiados para proteger su identidad)
Facebook Parejas, Tinder, Bumble, Badoo y Meetic son algunas de las aplicaciones que las personas suelen usar para encontrar sugar baby, sugar daddy o sugar mommy, términos que se refieren a dos personas que llegan a un acuerdo para formar una relación en la que ambos intercambian afecto, sexo o compañía por dinero u otros beneficios materiales.
La Orquesta contactó con una sugar baby de San Luis Potosí, quien desde hace un año y dos meses, mantiene una relación con tres sugar daddies. Luz accedió a hablar sobres las recompensas que obtiene y las desventajas que se suscitan, algunas dudas sobre este tipo de relaciones y las precauciones que toma.
Luz tiene 24 años, es hija de padres separados y tiene una hermana 4 años mayor que ella; vive con su madre, su padre tiene un negocio de comida en el local de su casa. Ella se graduó de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en la carrera de Contaduría y Administración, pero trabaja como mesera en un restaurante del Centro Histórico en donde percibe un sueldo de 7 mil pesos mensuales.
Acordamos vernos en un sitio cercano a su empleo. Al llegar, tenía el cabello alaciado y corto, muy sedoso, maquillaje y llevaba puesto un collar y un brazalete de oro, una blusa rosa, pantalones de mezclilla, tenis blancos y tenía a su costado una bolsa de la marca Guess y un celular IPhone 12, su perfume era notorio.
Sus sugar daddies son Roberto de 30 años, Emilio de 37 y José de 45, con los cuales suele verse una o dos veces a la semana y se mensajea con ellos diariamente. Sus salidas son para ir a comer, al cine, a alguna fiesta, a platicar o para acompañarlos a algún viaje durante la semana (aunque esto no suele ser muy seguido), para finalmente tener relaciones sexuales con ellos. Así pasó la semana previa a nuestro encuentro:
DOMINGO
Los domingos suele salir con Emilio, quien es ingeniero en una fábrica de la zona industrial. El 27 de febrero, él pasó por ella en punto de las seis de la tarde a bordo de un Suzuki y la llevó a la plaza El Dorado a comprar ropa y zapatos, platicaron en el comedor del centro comercial y posteriormente se fueron al Motel VIP.
MARTES
Luz se quedó de ver con Roberto, un hombre de 30 años que trabaja en el gobierno federal, eran las nueve de la noche cuando pasó por ella, en un lugar muy cerca de su casa. Fueron al Motel Dos Mil, donde estuvieron aproximadamente 4 horas y después la dejó en su casa.
MIÉRCOLES
Nuevamente Luz salió con Emilio, esta vez fueron a un juego de futbol, posteriormente acudieron a tomar café a un Starbucks cerca de la carretera 57 y finalmente entraron al Motel Caprice.
JUEVES
Este día salió con José, quien es dueño de un negocio de manufactura industrial. La llevó al Motel Inn, donde también pidieron algo de comer y se fueron luego de seis horas.
VIERNES
El 4 de marzo salió con Roberto al mismo motel.
Luz narró que conoció a sus sugar daddies en las aplicaciones de Facebook Parejas y Tinder.
–A Roberto lo conocí hace 3 meses, por Tinder; con José salgo como desde hace 5 meses, él me contactó por Facebook Parejas y con Emilio tengo un año y dos meses de ser su sugar baby, a él también lo conocí por Tinder. Los tres tenían en sus descripciones “Busco sugar baby” o “Soy sugar daddy” y pues les di like y ellos me mandaron mensaje.
-¿En tu perfil tú mencionas que buscas Sugar Daddy? -Le pregunté.
-No, en mi perfil solo tengo fotos mias, de mis viajes, las que me tomo en el espejo, en el gym y así, porque a veces te sueles encontrar a personas que conoces y creo que la discreción es muy importante, sinceramente no quiero ni imaginar si mis amigos y, sobretodo, mis padres si se enteraran.
-¿Cómo los conociste?
-Pues con los tres hablé primero, ya después les pasé mi número y ahí es cuando todo empieza a ser más serio, para mí.
Hablamos de lo que queremos y de lo que no y llegamos a acuerdos en los que estemos a gusto, pero obvio hay que platicar en la persona. Con Emilio me acuerdo que lo vi por primera vez en una cafetería, platicamos de nuevo y estábamos de acuerdo, entonces decidimos seguir. Con Roberto creí que ya no sería mi sugar porque casi no hablábamos, por su trabajo, tardamos como 2 meses en salir y él me invitó al cine y después de tres salidas, pues lo intentamos. Con José es muy complejo porque desde el principio me dijo que nadie nos podía ver ni enterarse, entonces tuvimos que hablar en su coche y la verdad con él fue más fácil decir ‘va, seré tu sugar baby’.
-¿Por qué ellos quieren ser sugar daddies?
-Es que es diferente con cada uno: mira Emilio y Roberto dicen que por su trabajo no tienen tiempo para tener una relación formal y se sienten solos o no tienen con quién salir, la neta es que sí, porque me mandan mensajes casi todos los días, pero a veces ya hasta como las 11 o 12 de la noche y me dicen “es que apenas llegué de trabajar”, pero cuando tienen tiempo, pues no hay quién pueda salir con ellos; José también dice que se siente solo, él está casado, pero no vive con su esposa desde hace años, y tiene la esperanza de regresar con ella y que pasen juntos su vejez, por eso no busca una pareja formal, pero según él necesita a alguien para platicar, sentirse que lo quieren y tener relaciones de vez en cuando.
Luz describió a Roberto como un joven delgado y alto, culto, que suele vestir bien y “siempre huele rico”, tiene una barba definida, aunque no considera que sea atractivo “digamos que es normal”, vive solo “hasta me ha propuesto irme a vivir con él”.
Emilio es robusto y alto “aunque no es feo, tiene la nariz muy ancha, además él es muy serio, pero con él me he conectado más, creo nos conocemos más”, él vive con sus papás.
A José lo describió como bajo, un poco gordo y moreno: “la verdad es que no es nada guapo y aparte es todo un don, habla mucho y es muy necio, sé que vive solo y que tiene un hijo y una hija casi de mi edad”.
Al cuestionarla sobre los beneficios que obtiene, indicó que gracias a ellos pudo comprar un auto, le pagan el gimnasio, las uñas, los tratamientos capilares, le compran ropa, bolsas, maquillaje y zapatos, la llevan de viaje, va a restaurantes elegantes o le dan dinero en efectivo:
“Muchas veces la neta no me dan ganas de comprar nada y pues me apoyan con efectivo, si bien me va me dan entre todos 7 mil 400 o 8 mil 400 pesos en una semana, o sea en una semana me dan lo que gano en un mes en mi trabajo, y si no pues mínimo unos 3 mil pesos en esa semana, y súmale la comida o algún regalito. La verdad es que tampoco es mucho, porque ellos tienen dinero, pero no son millonarios o algo así. He conocido a sugar babies que ganan mucho más digamos que soy como una sugar baby de clase media”.
Sobre las recomendaciones que Luz hace para quien quiere ser sugar baby, destacó:
“Creo que eso es muy importante, desde el inicio hablar de cómo será el sexo, siempre les digo no mando fotos ni me dejo tomar, tampoco con los videos, siempre lo haremos con condón, nada de trios, nada de marcas; y del resto les pido discreción, ellos no pueden ir hasta mi casa por mí, me invitan a sus fiestas, pero yo no a las mias. Ellos me piden disponibilidad, fuera de mi horario de trabajo, me avisan con tiempo, no involucramos sentimientos y me piden que les mande mensajes muy seguido, que no los descuide, con excepción de José, con él solo quedé de mandarnos mensajes para vernos, él sí es muy discreto”.
-¿Cuáles consideras que sean las desventajas?
-Pues la primera es que no puedo tener novio y no puedo cambiar de trabajo porque tengo horarios flexibles para verlos, incluso en un día puedo ver a dos de ellos, así de sencillo, pero me gustaría dedicarme a algo de lo que estudié; otra sería que todo el tiempo me cuido de que no me descubran, pero fuera de eso nada más.
Luz reiteró que para evitar que las personas se enteren nunca sube fotos con Emilio, José o Roberto; mientras que justifica sus ingresos con tiempo extra en su trabajo o ahorros.
Finalmente, a la pregunta de por qué decidió ser sugar baby, Luz respondió:
Al principio lo hacía porque cuando salí de la universidad no ganaba mucho en mi trabajo y es desesperante la verdad, me estaba endeudando, fue una medida desesperada, así conocí a Emilio, y después me empezó a agradar, la verdad así es más fácil.
La Orquesta