Mauricio Mancerase despidió de MasterChef Celebrity el pasado domingo 4 de diciembre, pues su postre -un panqué de mango con una espuma de jamaica- en el reto del petit four no logró convencer a los jueces. Tras quedarse a un paso de la semifinal, el conductor reveló que lidia con un problema de salud derivado de su participación en el reality.
En una entrevista con Matilde Obregón, quien concursó en la temporada anterior del programa de cocina, el actor relató que estar parado durante tantas horas le ha ocasionado dolores de espalda y dificultad para agacharse.
“¿Sabes qué? Estoy preparando mi demanda porque el otro día…”, bromeó en un inicio Mauricio Mancera para luego asegurar que realmente tiene algunos inconvenientes para moverse.
Recordó que hace poco se inclinó para mover un banco y no pudo volver a ponerse de pie hasta un cuarto de hora después.
“Tengo 39 años y el otro día me agaché para poner un banquito, no me pude parar. Nunca me había pasado eso, literal, no me pude parar, o sea, de que me quedé así (paralizado). Me quedé como 15 minutos ahí tirado, luego ya medio me pude mover”.
Mencionó que dicho episodio si le causó temor: “Llego un momento en el que dije: ‘me voy a morir aquí, mis perros me van a comer, mis amigos me van a encontrar carcomido por mis perros’, y me dijeron que fue por estar tanto tiempo parado”.
El conductor agregó que tampoco pudo soportar el uso de los zapatos de chef, los cuales únicamente pudo llevar por tres emisiones ya que el dolor era insoportable.
Mauricio Mancera pensó que renunciar a ‘MasterChef Celebrity’
Reconoció que hubo varias ocasiones en las que pensó abandonar el programa, pero cuando eso sucedía se daba ánimos mirando la fortaleza de Talina Fernández.
“En mi momentos de flaqueza, porque a todos nos pasó yo creo (pensar): ‘ya ahorita voy a tirar el plato para que me eliminen, ya estoy harto, ya no puedo’. Hubo una vez que dije: ‘ahorita que me toque presentar, se me cae, ya no presento nada, me expulsan, ya estoy harto’ porque es muy pesado, es muy cansado, pero volteaba y veía a Talina y decía: ‘si Talis puede, aquí está y se hecha sus chistes y está de buenas, ¿quién soy yo para abdicar?’“.
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