El próximo 6 de mayo, Carlos III será coronado en una ceremonia a la que asistirán unas 2 mil personas y que estará llena de simbolismos.
Custodiadas por el monarca en nombre de la nación, las Joyas de la Corona se guardan normalmente en la Torre de Londres, pero el 6 de mayo, estos objetos, que tienen siglos de antigüedad, serán un elemento clave en la coronación del hijo de Isabel II.
En el Libro Real aparece la lista de elementos que acompañarán la ceremonia. Por ejemplo, la túnica superior que usará Carlos III, que data de la coronación de Jorge IV, en 1821. Aunque el rey vaya vestido con el uniforme militar, llevará la capa de terciopelo color carmesí, que también usó su madre en junio de 1953. También, como ella, llevará una estola real. El palio, que perteneció a Jorge VI, siempre está presente en las coronaciones.
Carlos III llevará también la Colobium Sindonis, una túnica blanca que se lleva en la unción. En este caso, la túnica será elaborada especialmente para el nuevo monarca.
Después de la unción, ala Colobium Sindonis se coloca sobre la ropa del monarca y, encima, una supertúnica de oro brocado. Así, el monarca queda investido con la regalía, coronado y entronizado.
Dos coronas
Carlos III usará dos coronas: la histórica Corona de San Eduardo, que por más de 350 años ha acompañado las coronaciones, y la Corona del Estado Imperial, que se colocará al final de la ceremonia.
La corona de San Eduardo lleva oro, plata, platino, esmalte, turmalinas, topacios, rubíes, amatistas, zafiros, granates, peridotos, circonitas, espinelas, aguamarinas, terciopelo y armiño. Pesa alrededor de dos kilos y por eso sólo la lleva el monarca unos minutos, al momento de la coronación. Data de 1661, cuando se encargó para la coronación de Carlos II.
La corona del Estado Imperial se hizo para la coronación del rey Jorge VI en 1937 y está montada con varias piedras preciosas. Alrededor de ella hay una gran polémica justo porque otros países que formaron parte del Imperio británico reclaman las joyas. Lleva 2 mil 868 diamantes en monturas de plata, en su mayoría tallas de mesa, rosa y brillante, y piedras de colores en monturas de oro, incluidos 17 zafiros, 11 esmeraldas y 269 perlas.
¿Y Camila?
La reina llevará sus propias joyas, incluyendo un anillo, su vara con una paloma como la que lleva el centro del rey, y la corona que usó la reina María de Teck, bisabuela de Carlos III. Se decidió que no lleve la que utilizó Isabel II por la polémica en torno al diamante Koh-i-Noor, que también reclaman otros países.
La cuchara y la ampolla
La ampolla es una vasija de oro fundido con forma de águila con las alas desplegadas. Allí se coloca el aceite con el que se unge al soberano. Este momento de la unción, el más sagrado de la ceremonia, ser realiza bajo palio: el monarca es cubierto con un dosel antes de ser ungido.
El Orbe del Soberano
Representa el poder del monarca y lleva una cruz, que simboliza el mundo cristiano, sobre un globo terráqueo. Pesa 1.32 kilos y lleva montados esmeraldas, rubíes y zafiros, rodeados de diamantes y perlas. Se coloca en el altar mayor, antes de ser entregado al monarca. Este mismo orbe es el que durante el funeral se coloca sobre el féretro del monarca, junto con el cetro y el estandarte real.
Dos cetros
Carlos III tendrá dos cetros: uno con una cruz, representando el poder temporal del rey, y otro con una paloma, conocido como la Vara de la Equidad y la Misericordia. Representa el papel espiritual del soberano y lleva una paloma esmaltada, con las alas extendidas, que representan el Espíritu Santo.
La Espada de la Justicia Temporal
Es una de las tres espadas que se llevan desenvainadas, apuntando hacia arriba, en la procesión de coronación. Va acompañada de la Espada de la Justicia Espiritual y la Espada de la Misericordia (de punta roma). Esta tradición de llevar tres espadas, representando las virtudes reales, data de la coronación de Ricardo I de Inglaterra, conocido como Ricardo Corazón de León.
Los anillos
Después de la unción y antes de la coronación, el arzobispo de Canterbury colocará a Caros III el anillo del soberano, caracterizado por el zafiro octagonal que lleva. Hasta el siglo XX se hacía un anillo para cada monarca, pero Carlos III llevará el que usó Guillermo IV en su coronación, en 1831.
El Universal
