Por Mario Candia
21/02/25
FEMINICIDIOS El inicio de 2025 ha sido brutal para San Luis Potosí. En menos de dos meses, cuatro mujeres han sido asesinadas en un contexto de violencia de género que, lejos de disminuir, parece estar normalizándose. A esto se suma la decisión de la Fiscalía del estado de descartar la calificación de feminicidio en la muerte de Daniela Martell, argumentando que su asesinato estaría vinculado al tráfico de drogas. Como si una cosa excluyera la otra.
REVICTIMIZACIÓN Resulta preocupante que las autoridades minimicen el carácter de violencia de género en crímenes donde las víctimas son mujeres, reforzando la narrativa de que sólo aquellas que cumplen con ciertos estereotipos de “inocencia” pueden ser consideradas víctimas. Esta postura no solo perpetúa la revictimización, sino que también socava la lucha por la justicia y la equidad.
INFILTRADOS La penetración del crimen organizado en las instituciones públicas sigue quedando en evidencia. La reciente exclusión de un candidato a juez por presuntos vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación no es más que la punta del iceberg. Si bien el Congreso estatal actuó en este caso, la pregunta es: ¿cuántos han logrado colarse en la lista de aspirantes a integrar el sistema judicial sin ser detectados? La noción de justicia en San Luis Potosí y en el país está bajo amenaza cuando el crimen organizado logra infiltrarse en las estructuras de poder.
APOYO TOTAL ó APOYO REAL El reciente caso de la bebé Valentina, abandonada en San Luis Potosí, ha desatado indignación y un debate sobre la precariedad social y el acceso a recursos para mujeres jóvenes y en situación de vulnerabilidad. La madre, una estudiante universitaria, se enfrenta ahora al juicio público y legal, mientras que las autoridades siguen sin atender la raíz del problema: la falta de apoyo real para mujeres en riesgo y la carencia de programas eficaces de prevención y acompañamiento.
CÍRCULO VICIOSO La violencia de género, la impunidad y la corrupción institucional forman un círculo vicioso que deja a la ciudadanía en un estado de indefensión permanente. Es momento de exigir transparencia y justicia, porque lo que está en juego no es solo la vida de las mujeres, sino el futuro de un estado que no puede darse el lujo de normalizar la violencia y la impunidad.
Ich.- Ayer se me adelanto un gran amigo, un sibarita de barrio, un gentil hombre y un buen samaritano, hoy le dedico dos canciones que invariablemente me lo recuerdan: Whisky sin soda canción de Joaquín Sabina, un manifiesto a la von vivant, “nunca le hago ascos a la última copa ni al próximo bar” y una del grupo vasco Estopa Nasio pá la alegría, un auténtico retrato a su persona. Donde estés hermanito, nos vemos pronto, que la vida son dos días y ya solo resta uno. A Juan Eduardo Zaragoza Caraveo (1972-2025).
Hasta el lunes.