El Radar
Por Jesús Aguilar
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Ya lo anticipaba la propia Embajada de Estados Unidos en México a través de esta imagen arrolladora y cursi, aún antes del anuncio ayer del Liberation Day de Trump.
En el ajedrez del comercio internacional, la imposición de nuevos aranceles por parte de Donald Trump ha generado una sacudida en el mercado global, la reacción de la Unión Europea es durísima, la frase de “un viejo aliado nos ha traicionado y habrá represalias”, es emblemática. Sin embargo, en una jugada sorpresiva, México logró quedar exento de estas tarifas, lo que podría traducirse en una ventaja competitiva inesperada en el mercado estadounidense.
Sorpresivamente Trump, terminó por tomar control de muchos temas clave de esta parte del mundo que a pesar de los berrinches nos incluye.
El anuncio de los aranceles recíprocos por parte de Trump encendió las alarmas en diversas economías, especialmente en China, que fue golpeada con una tarifa del 34% sobre sus exportaciones. Mientras tanto, México y Canadá lograron esquivar el golpe, aunque ciertos sectores, como el automotriz y el del acero, enfrentarán costos adicionales dependiendo del origen de sus componentes.
Esta exención se debe, principalmente, a dos factores clave. Primero, la presión ejercida por las empresas estadounidenses que dependen de insumos mexicanos y canadienses.
La imposición de aranceles habría encarecido productos esenciales y afectado la competitividad de las propias industrias norteamericanas. Segundo, la estrategia negociadora de México, que optó por un enfoque conciliador en contraste con la postura agresiva de Canadá. Ambas estrategias resultaron efectivas y permitieron a estos dos países conservar su acceso preferencial al mercado de Estados Unidos.
No obstante, la exención no significa inmunidad total. Sectores estratégicos como el automotriz, el acero y el aluminio necesitan claridad sobre las nuevas reglas para reducir la incertidumbre económica. Si bien México podría beneficiarse de la contracción del comercio chino con Estados Unidos, también enfrenta el riesgo de que Trump retome la amenaza de aranceles bajo pretextos como el fentanilo o la migración.
Hoy en el transcurso del día la Presidenta Sheinbau presentará la estrategia completa de la que hablaremos posteriormente sin embargo el tema ya se libró y no porque como ella dice, México tiene mucho pueblo que respalda la fuerza de su gobierno, sin quitar méritos a su administración, golpear a México en lo económico es un disparo en la bota del Tío Sam y lo saben.
El desafío ahora es capitalizar esta circunstancia. México tiene la oportunidad de consolidarse como el principal proveedor de bienes en Estados Unidos, desplazando a China y otros competidores. Para ello, es fundamental revisar y reforzar el TMEC, asegurando que las nuevas reglas del juego favorezcan la estabilidad y el crecimiento económico nacional.
En este complejo escenario global, donde las relaciones comerciales se reconfiguran constantemente, México podría encontrar en Trump, paradójicamente, a un inesperado aliado comercial. Pero para que esta ventaja se materialice, es imprescindible actuar con rapidez y estrategia, garantizando que el país no solo corra más rápido que los demás, sino que también tome la delantera de manera sostenible.