San Luis Potosí, pionero en inclusión cultural en festivales

LOCALES, SAN LUIS

Con intérpretes de lengua de señas y chalecos sensoriales, el festival impulsa una verdadera inclusión cultural

Entre luces, música y multitudes, el Festival San Luis en Primavera se ha convertido en un referente nacional en inclusión cultural. Gracias al trabajo de intérpretes de Lengua de Señas Mexicana (LSM) y tecnologías sensoriales, la música ahora también se vive plenamente desde el silencio.

Elizabeth Medina de los Santos, intérprete profesional de la empresa Alas de las Artes, compartió que la presencia de su equipo ha transformado por completo la experiencia del público con discapacidad auditiva. “Antes, muchas personas sordas no gustaban de la música. Hoy nos dicen que, al vernos interpretar, sienten la emoción, se conectan… incluso aprenden las canciones en señas y las cantan con nosotros. Es algo superbonito”, expresó.

Música que se siente, no solo se escucha

Además de los intérpretes en los escenarios principales —como el de Fundadores y Aranzazú—, el Ayuntamiento capitalino entrega chalecos especiales que permiten a las personas sordas sentir las vibraciones de cada melodía. Al colocárselos, perciben palmadas fuertes o suaves que se sincronizan con la interpretación en señas, generando una experiencia multisensorial.

“Es una manera totalmente nueva de acercarse al arte. Por eso muchas familias ahora traen a sus familiares sordos a los conciertos, sabiendo que serán tomados en cuenta”, explicó Elizabeth.

San Luis Potosí, pionero en inclusión cultural pública

A diferencia de otras ciudades donde la inclusión depende de iniciativas privadas —como el Tecate Pal Norte en Monterrey—, en San Luis Potosí es el gobierno municipal quien respalda estas acciones como parte de una política pública formal.

“No solo estamos los intérpretes”, enfatizó Elizabeth. “Desde la Secretaría de Turismo hasta los hoteles, hay una cadena de atención inclusiva. Incluso el personal de turismo conoce la lengua de señas. Eso no se ve en muchos lados”.

La empresa Alas de las Artes, conformada también por Salvador Alejandro Gallardo Enríquez, coordinador sordo, y Bianca Itzel Romero Alonso, intérprete, es la única en México con un equipo tan grande y profesional dedicado a esta labor. Su trabajo ha sido clave para que los festivales potosinos sean reconocidos por su accesibilidad.

Artistas, público y autoridades: todos suman

Otro elemento que ha facilitado esta inclusión ha sido la coordinación con los artistas. “Desde que se les contrata, ya saben que habrá intérprete y se les solicita el setlist. Eso nos da respaldo y evita tener que justificar nuestro trabajo”, explicó Elizabeth.

Interpretar en vivo no es tarea sencilla: requiere preparación, coordinación y pasión. “Esta edición del festival me encantó porque nos compartieron el setlist a tiempo. Aun así, fue pesado: cubrimos dos escenarios y teníamos que correr de uno a otro”, relató.

El esfuerzo ha valido la pena: cada movimiento de manos, cada expresión facial, transmite un mensaje poderoso: la cultura es para todos.

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