Por Mario Candia
14/05/25
LAS UNIVERSIDADES DEL BIENESTAR El sexenio de Andrés Manuel López Obrador no se irá solo con las manos manchadas de militarización o de abrazos inútiles contra el crimen: también deja un legado de simulación educativa con sus Universidades para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJ). Un proyecto que prometía democratizar la educación superior en zonas marginadas, pero que en la práctica ha sido una maquinaria de opacidad, fracaso académico y, en no pocos casos, corrupción abierta.
CUATRO MIL MILLONES Según informes oficiales, entre 2019 y 2022 se canalizaron más de 4 mil millones de pesos al proyecto. Pero los números reales son una bofetada: apenas 3,299 egresados registrados al cierre de 2023. Esto equivale a gastar más de un millón de pesos por titulado. ¿Dónde están esos recursos? ¿Dónde están los alumnos que supuestamente transformaría esta “revolución educativa”?
EN SLP En el estado potosino se reportan tres sedes según fuentes oficiales: Rayón, Mexquitic de Carmona y Aquismón. Pero el escrutinio público revela que el mapa de las universidades es, en realidad, un catálogo de inconsistencias. En Rayón, al menos existen instalaciones y hay evidencia visual de que algo opera. En Mexquitic, ni una imagen, ni un testimonio, ni una fuente oficial puede confirmar que la sede esté en funcionamiento. Y en Aquismón, el colmo: el supuesto terreno universitario es un baldío polvoriento, mientras que los pocos alumnos inscritos reciben clases en un centro cultural semiderruido. La infraestructura brilla por su ausencia, y la validez oficial de los estudios es, en el mejor de los casos, dudosa.
SIMULACIÓN ¿Quién se beneficia de estas sedes simuladas? ¿Qué constructoras cobraron por obras inexistentes? ¿Qué funcionarios autorizaron pagos a proyectos que solo existen en los reportes de Excel de la Secretaría de Educación Pública? Esto no es un error de cálculo. Es una red de complicidad institucionalizada, financiada con recursos públicos, disfrazada de justicia social.
LAS ROSARIO CASTELLANOS El relevo presidencial no augura un cambio sustancial. Claudia Sheinbaum ha comenzado a extender su modelo de “Universidades Rosario Castellanos” con bombo, platillo y millones de pesos. Se ha anunciado la creación de 30 nuevas sedes y 150 mil espacios académicos. Pero lo que no se menciona es que este esquema depende, en buena parte, de las Secretarías de Educación estatales, muchas de ellas rebasadas, sin presupuesto y con historial cuestionable.
COINCIDENCIA No es coincidencia que este modelo, igual que el de las UBBJ, se esté extendiendo justo en vísperas de la contienda de 2027. La narrativa es clara: más universidades, más becas, más votos. Pero lo que queda fuera del discurso son los jóvenes sin títulos, los planteles sin aulas, los profesores sin salario y los millones de pesos que desaparecen entre constructoras amigas y gobiernos opacos.
FRACASO Y CORRUPCIÓN Las Universidades Benito Juárez fueron pensadas como motores de transformación. Hoy, son símbolos de fracaso, simulación y saqueo disfrazado de justicia social. Si las nuevas universidades repiten el patrón, el sexenio de Sheinbaum podría estar sembrando no educación, sino un nuevo esquema de desfalco académico con fines electorales. Y la pregunta inevitable es: ¿cuánto más aguanta el país que jueguen con su juventud a nombre del bienestar?
Ich.- Convertir un antiguo tiradero en un relleno sanitario funcional representa un avance necesario, aunque no exento de retos. Con inversiones que deben traducirse en resultados medibles y una operación que exige vigilancia constante, la administración municipal bajo el alcalde capitalino ha logrado colocar el tema del manejo de residuos en la agenda pública. En San Luis Potosí, al menos en este rubro, el tema de la basura comienza a verse con mayor seriedad y responsabilidad.
Hasta mañana.