Por Mario Candia
19/05/25
HARTAZGO Este fin de semana, México dejó de hablar en voz baja. La indignación tomó cuerpo en la calle, en la plaza y, para no variar, también en el extranjero. No como escándalo mediático, sino como síntoma crudo de un Estado que desoye, que descarta, que descompone.
MARCHA POR SANDRA En San Luis Potosí, decenas de personas marcharon en silencio exigiendo justicia por el asesinato de Sandra Revilla. La manifestación, cargada de dolor y rabia contenida, avanzó por el centro histórico con una consigna simple: no más impunidad. Pero la Fiscalía potosina, fiel a su inercia institucional, responde con su clásico repertorio de promesas vacías, diagnósticos psicológicos post mortem y expedientes en espera de que el tiempo los archive. No hay responsables, no hay resultados, no hay voluntad. La pregunta se repite en cada marcha: ¿cuánto más debemos callar para que nos escuchen?
CARNITA ASADA COMO PROTESTA Mientras tanto, en Mexicali, la protesta se disfrazó de carne asada. Ciudadanos se congregaron en una plaza pública para exigir la revocación del mandato de la gobernadora Marina del Pilar Ávila. Lo que nació como meme se convirtió en acto político. Ahí, entre asadores y consignas, se cocinó algo más que carne: la hartura. Hartazgo de un gobierno que acumula promesas rotas, que ignora la inseguridad rampante y que arrastra el escándalo del retiro de visas estadounidenses a la mandataria y su esposo. ¿Qué sabe el gobierno norteamericano que el pueblo de Baja California no? ¿Qué silencio protege a quienes se creen impunes por tener el poder?
EL BUQUE CUAUHTÉMOC Y desde las brasas del norte, la escena más brutal no ocurrió en México, sino frente al corazón de Nueva York. El buque escuela Cuauhtémoc, símbolo de la diplomacia naval mexicana, colisionó con el puente de Brooklyn. El saldo: dos muertos, varios heridos y un ridículo diplomático. ¿Falla técnica? ¿Error humano? ¿Negligencia operativa? Lo cierto es que la imagen del buque encallado contra una estructura emblemática de otra nación no necesita interpretación: es una metáfora viva del Estado mexicano. Presume orden y honor, pero por dentro es torpeza, soberbia y falta de dirección. ¿Quién maniobra el timón de este país? ¿Quién asume las consecuencias cuando todo choca?
LA NARRATIVA No es casualidad que una protesta silenciosa, una parrillada subversiva y una colisión internacional se hayan alineado en un mismo fin de semana. Son partes de una misma narrativa: la de una nación fracturada entre la propaganda gubernamental y la realidad que arde en las calles. ¿Quién responde cuando el Estado calla? ¿Cuánto falta para que los ciudadanos, hartos de ser ignorados, dejen de marchar y empiecen a actuar?
Hasta mañana.