Organizaciones denuncian falta de transparencia y posible complicidad en crímenes de guerra.

Francia enfrenta una nueva polémica por la supuesta entrega de armas a Israel, en medio del conflicto en la Franja de Gaza que ya lleva más de 20 meses. La Liga de Derechos Humanos (LDH) presentó una denuncia contra la empresa francesa Eurolinks, acusada de vender piezas para ametralladoras a una compañía israelí. La acusación incluye posibles crímenes de guerra, genocidio y crímenes contra la humanidad.
Según la denuncia, Eurolinks habría enviado componentes a IMI Systems, filial de Elbit Systems, la mayor empresa armamentista de Israel. A pesar de que el gobierno francés asegura que no ha vendido armas al país, distintos medios de investigación y organizaciones señalan lo contrario.
El medio Disclose reveló que en octubre de 2023 se aprobaron envíos de al menos 100 mil cartuchos de munición a Israel. Por su parte, Mediapart expuso la falta de claridad sobre envíos militares valorados en 30 millones de euros, aunque no se detalla si ocurrieron después del 7 de octubre de 2023, cuando se intensificó el conflicto.
La situación se volvió más tensa cuando trabajadores portuarios de Marsella-Fos se negaron a cargar un barco con material militar destinado a Israel, incluyendo piezas de ametralladoras y tubos de cañón. Alegaron que no querían ser parte de un “genocidio”.
Además, un informe de la organización Progressive International asegura que desde octubre de 2023 Francia ha enviado “de forma constante” materiales militares a Israel, incluyendo piezas para bombas, granadas y misiles.
Frente a estos señalamientos, el ministro francés de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, insiste en que Francia no vende armas ofensivas a Israel, solo algunos componentes de defensa como parte del sistema antimisiles “Cúpula de Hierro” o para ser reexportados.
Aunque el comercio de armas entre Francia e Israel no es nuevo, los críticos exigen más transparencia, sobre todo porque algunas de las exportaciones podrían violar el Tratado sobre el Comercio de Armas, el cual prohíbe vender armas si se sabe que podrían usarse contra la población civil.
En cifras, entre 2014 y 2023, Francia recibió pedidos de armas por más de 211 millones de euros de parte de Israel. Tan solo en 2023, se enviaron bienes de “doble uso” —tecnología que puede emplearse tanto para fines civiles como militares— por un valor de 192 millones de euros, un aumento considerable respecto a años anteriores.
Organizaciones defensoras de derechos humanos piden respuestas claras y una investigación que determine si Francia está incumpliendo sus compromisos internacionales.