Ante la falta de agua en estos espacios destinados a la acumulación del vital líquido, algunos han aprovechado para convertirlas en tiraderos de escombro Agotadas por el impacto de una prolongada sequía, que las recientes lluvias no logran aminorar, las principales presas que abastecen a la región del Valle del Tangamanga, aún menguadas en sus niveles de captación, están convertidas en depósitos clandestinos de escombro y material sobrante utilizado en la construcción. Al mismo tiempo, en los riberos de varias de ellas, ha florecido una industria de explotación de bancos de arena, cantera y piedras sedimentarias, paradójicamente, también utilizadas para el sector de la edificación. Un recorrido hecho por Exprés constató, pese a las lluvias registradas, los embalses de la Cañada del Lobo, El Potosino, El Peaje y San José, permanecen en niveles de captación muy bajos, sin embargo, en los accesos hacia ellas y en sus márgenes, arrumbados están acumulaciones de escombro. La Cañada del Lobo y las inmediaciones de la presa San José, son los casos más severos donde esos desechos alcanzan varios metros de altura. En los otros embalses, están en sus orillas, donde también las superficies de tierra resultado de la sequía, generó bancos de arena, canteras y piedras sedimentarias que son explotados. El Peaje y El Potosino son los reductos de esa industria. “Lo sabemos, ahorita que las presas están vacías, la gente se acerca a tirar basura y escombro, tenemos el caso de San José, en la cola, lamentablemente, la parte de El Peaje, también igual, muy fuerte, ahí van y arrojan escombro sobre todo”, admitió Jesús Liñán Guevara, gerente local de la Comisión Nacional del Agua: “Hay de todo tipo de gente los que van y arrojan ahí ése material”, agregó. Para combatir ese daño ambiental y revertirlo, explicó que están coordinados con los ayuntamientos y la Dirección General de Protección Civil Estatal, empero, admite sin precisar contra quiénes, han tenido que aplicar sanciones, conforme lo establece la Ley de Aguas Nacionales. De estos casos –agrega- la mayoría en los ríos y afluentes de la zona Huasteca, en donde tienen detectado el problema frecuente de personas que arrojan desechos, basura y residuos de construcciones. “Lo delicado es que lo ven vacío, y por eso ahí pueden ir a tirar basura o escombro, lo más grave, eso no está permitido, porque al igual que en las presas, obstruyen los cauces”. Liñán admitió que en los embalses han sido autorizados permisos para la explotación de yacimientos de minerales, regulados por la Conagua y la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental. Esas actividades no están al margen de la ley, en tanto no excedan los volúmenes de explotación, autorizados en la licencia expedida. http://elexpres.com/noticias/news-display.php?story_id=42619]]>
Crece industria clandestina de desechos de la construcción en presas
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