El deber ya es personal ante variantes Covid-19

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Ante las dudas y la falta de información sobre las variantes de la pandemia, Delta y Ómicron, el doctor Marco Antonio Vázquez Rosales, nos explica que la OMS decidió llamar con las letras griegas a las diferentes variedades de SARS-COV-2 que se han estado presentando en el mundo. La alfa fue para la iniciada en Brasil, la Delta para la que se detectó en India y Reino Unido y Ahora la Ómicron para la iniciada en Botswana pero que se difundió más en Sudáfrica. Esencialmente sigue siendo el mismo virus pero con diferente estructura proteínica que los hace diferentes en cuanto a su poder de infeccioso y diferente respuesta del humano a su infección.

Doctor Marco Antonio Vázquez Rosales / Foto: Daniel Esquivel

Y ante lo interesante del tema y los conocimientos del doctor Marco Antonio, también le preguntamos:

¿Qué diferencia hay entre la variante Delta y la Ómicron?

Los virus son “seres” o entidades biológicas formados exclusivamente por algún tipo de ácido nucleico y proteínas. El SARS-COV-2 o virus causante de la enfermedad llamada Covid-19, está formado por ácido ribonucleico (ARN), algunos lípidos y proteínas, dentro de las que destacan las que forman las espículas (Spikes). Estas proteínas de las espículas, hacen infectante al virus y son las que en ocasiones cambian su secuencia de los aminoácidos que las forman, es decir el virus sufre mutaciones, por lo que va adquiriendo diferentes variedades, según el lugar o el aminoácido cambiado en la proteína de la espícula. Desde mayo del 2021, la OMS decidió llamar con las letras griegas a las diferentes variedades de SARS-COV-2 que se han estado presentando en el mundo. Así la alfa fue para la iniciada en Brasil, la Delta para la que se detectó en India y Reino Unido y Ahora la Ómicron para la iniciada en Botswana pero que se difundió más en Sudáfrica. Esencialmente sigue siendo el mismo virus pero con diferente estructura proteínica que los hace diferentes en cuanto a su poder de infeccioso y diferente respuesta del humano a su infección.

Daniel Esquivel | El Sol de San Luis

¿La Delta llegó a México?

Para esta fecha ya circula la variante Delta libremente en México. El primer caso comprobado de variante Ómicron ya está en nuestra nación, se detectó en un ciudadano sintomático y hospitalizado, que viajó a Sudáfrica. Al no haberse cerrado las fronteras y viajes a Sudáfrica es de esperarse que esta variante del virus ya circule en México.

¿Será cierto que la variante Delta redujo a 40% la eficacia de las vacunas?

Cuando se habla de eficacia de un tratamiento, se refiere a que se hace en condiciones controladas, es decir, con poblaciones de voluntarios bien escogidos. Se denomina eficiencia de una vacuna cuando se administra a población abierta, como sería la etapa III de la vacunación actual, donde se han administrado diferentes vacunas a distintos grupos de individuos, y se miden sus resultados en cuanto a la protección contra una enfermedad. Se denomina efectividad al costo beneficio que tiene la aplicación de un tratamiento incluyendo términos económicos, por ejemplo, en la aplicación de la vacuna contra el Covid-19, fue mejor invertir en ellas, que en equipar hospitales o prepararse para recibir muchos pacientes, aunque esto también fue parte de la lucha contra la pandemia. Existen diferentes vacunas, por lo que se tendría que hablar específicamente de cual vacuna bajó su eficacia, y efectivamente ésta disminuye en forma natural, en los individuos a los que se les ha aplicado. No hay nada que indique que la variante haya reducido a 40% la eficacia de algunas vacunas.

¿Si la variante Ómicron es mucho más contagiosa, entonces las vacunas ya no sirven?

Continúa siendo el mismo virus y estamos ante situaciones epidemiológicas no conocidas con certeza, sin datos aún concluyentes y que dependen de la vigilancia de los organismos de salud mundial. También es posible qué aunque esta nueva variante Ómicron fuera más contagiosa, la sintomatología que desencadena puede ser menos grave en los vacunados como está sucediendo con las otras variedades y entonces las vacunas sí sirven. Nuevamente estamos hablando de varios tipos de vacunas con diferentes resultados. No es lo mismo hablar de contagios a enfermos que requieren hospitalización.

¿Qué debe hacer la población para cuidarse de estas variantes?

Lo mismo que se ha venido recomendando desde hace casi dos años. Lavado de manos y uso de cubrebocas para evitar la transmisión aérea del virus. Estas medidas han demostrado con estudios bien llevados a nivel mundial, que son las mejores medidas de prevención. Obviamente vacunarse contra el Covid- 19.

Doctor Marco Antonio Vázquez Rosales / Foto: Daniel Esquivel

Otra medida que no ha sido probada es aumentar el aseo de las ciudades, ya que es frecuente que la población escupa en las banquetas. Le he llamado “Ciudad bañada” y consistiría en lavar con agua y jabón las aceras, puentes y pasamanos de las ciudades, que están supermega sucios. Dejaríamos de sanitizar con alcohol y otros fumigantes. Esta acción podría hacerse cuando menos alrededor de los hospitales, en donde se concentran las familias de los pacientes internados y en ocasiones comen y duermen, ejemplo en San Luis Potosí, los alrededores del Hospital Central y frente a las Clínicas 1 y 2 del IMSS. Tal vez esta sea una medida de salud pública que aún está por probar su beneficio, pero si no limita el Covid-19, tal vez limite otras enfermedades, como sucedió con la influenza y gripe, al usar cubrebocas.

¿Entonces, la epidemia de coronavirus ya no se irá nunca, más bien seguirá mutando?

Efectivamente, el SARS-COV-2 o virus que produce la Covid-19, enfermedad que da distintas manifestaciones, desde ser asintomático hasta una neumonía mortal, cuadros diarreicos y manifestaciones dermatológicas, permanecerá transmitiéndose a los humanos. Las proyecciones de la OMS decían que hasta el 2023 bajaría en forma notable la contagiosidad, siempre y cuando no se presentaran mutaciones que hicieran más resistente e infectante al virus. Se quedará como se quedó el virus de la Influenza. Esto se llama hacerse endémico.

Usted que es profesionista de la medicina, ¿Qué recomendaciones daría para que las autoridades implementaran cercos preventivos para evitar más contagios?

La respuesta podría ser dada en dos formas:

A) Las autoridades sanitarias ya no tienen nada qué hacer, la campaña de prevención ha sido muy clara. Toca ahora a todos los habitantes de México y de todos los países continuar con las medidas sencillas de prevención y tomar como deber el vacunarnos, no como una protección personal, sino para proteger también a nuestros semejantes.

B) Las autoridades sanitarias tienen mucho qué hacer. Continuar con la vigilancia epidemiológica de transmisión de las nuevas variedades a través de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, a nivel Federal y de los Servicios de Salud de cada uno de los Estados. Dado que ya no es posible establecer medidas de aislamiento o confinamiento, el ejemplo a seguir es importantísimo por lo que desde el primer mandatario debería usar cubrebocas y hacer caso de las recomendaciones generales de su subsecretario (“lo que hace chango grande, hace chango chico”)

C) Es necesario establecer por parte de las autoridades la obligatoriedad de la vacunación, cuando menos para entrar a establecimientos cerrados con gran cantidad de personas. Es necesario exigir comprobante de vacunación a todos los viajeros. Los migrantes representan un gran problema para México. Los derechos humanos de los mexicanos exigen que se limite en forma certera la migración y que si no se quiere limitar, entonces obligar a la vacunación. El respeto a las leyes de nuestro país para ingresar al mismo debe ser fundamental. La vacunación obligatoria de los migrantes también es en pro de sus derechos humanos.

D) Las medidas de vacunación y revacunación deben iniciarse en la población más expuesta, como trabajadores y jóvenes que se movilizan en medios colectivos de transporte, así como en los menores de edad, no sólo los que tienen comorbilidades, sino a todos. Dejar de insistir en la población vieja y que vive en el campo, donde no ha llegado el virus.

¿Será cierto que nos espera una cuarta ola de coronavirus para el mes de enero?

Aunque parecería que nunca hemos salido de la primera ola, es verdad que las estadísticas nos hablan de alzas y caídas en el número de personas contagiadas y personas hospitalizadas y de estas últimas las que requieren sólo área Covid-19 y las que requieren esta área pero con terapia intensiva, lo cierto es que los pronósticos que ha establecido la OMS para la transmisión del virus son “preocupantes”, y en San Luis Potosí el Dr. Andreu Comas ha realizado desde el inicio de la pandemia proyecciones muy interesantes y que desafortunadamente se han cumplido en cuanto a contagios y mortalidad y nuevamente ha expresado su preocupación ante la llegada de esta nueva variedad Ómicron, por lo que es de esperarse un alza sino continuamos con las medidas de prevención, dado que se acercan fechas en donde se hacen fiestas y se reúnen muchas personas. Es obvio que las autoridades de salud ya no pueden, ni quieren hacer más, sólo se limitarán a cuantificar los que tengan que morir, como se cuantifican los que tienen que morir en una guerra. La responsabilidad es personal.

El Sol de San Luis

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